A principios de este mes, Námaste Heptákis lanzó el reto de terminar el incompleto ghazel que, según nos cuenta su sospecha, compuso la más famosa de las ya desconocidas pérfidas de Córdoba. Aquí comparto mi respuesta a su reto:
Moriré esperando la dicha
de celar a las rosas contigo,
recorrer el jardín como amigos
perfumando las flores sin prisa.
Nuestra luna sería el testigo
de los besos, abrazos y risas;
y en tus brazos mi vida, clarita,
rubicunda se haría con su abrigo.
Mi suspiro engañado imagina
que pasea disuelto en el tuyo
escondido por esa divina
ilusión con que tú y yo quisimos
burlar la mirada de inquina;
o quise: hoy soy, ayer fuimos.