Impasible cielo azul

Qué rubor tan delicioso al juntarse las mejillas inflamadas por el olor a la dulce muerte. Electrizaron al cielo las primeras llamas de este árbol que subió su tronco creado por fuegos atrayentes.

Qué triste luce el cielo sin nubes de tormenta, para el hombre que no cree en lo eterno, ni encuentra en la tierra su respuesta. Ahora los rostros son pálidos, pues ya no se consumen las hogueras.

Javel

El gusano mentiroso

Había una vez un gusano temeroso viviendo en las cálidas tierras del trópico. El protagonista de esta historia temía a las aves que veía en el cielo, temía a los monos que de los árboles bajaban al suelo, temía de su sombra y su propio reflejo lo asustaba, éste le mostraba como alguien viejo, con la cabeza de algodón y el corazón debilitado por tantos berrinches hechos en la vida.

Cuando era joven se dijo estar cansado de tener miedo, quiso tener igualdad y presto trató de volar o de saltar pero nunca logró despegarse del suelo.

El gusano creyó que si no podía ser como los otros, los otros debían ser como él, pero ante todo creía que los demás le debían sumisión y respeto porque sus ideas eran grandes, aunque faltas de juicio porque todo lo veía al nivel del suelo, el gusano además de débil era miope y medio sordo, porque no escuchaba a menos que se agacharan para verlo.

El protagonista de esta historia estaba resentido por no poder salir del suelo, así que se decidió a formar un nuevo reino, con la promesa de transformar la realidad convenció a otros animales temerosos como él de que ya era hora de cambiar el orden y de dejar de gobernarse por el miedo, pero siendo gusanos aquellos que lo seguían tenían miedo de los animales grandes.

El gusano protagonista de esta historia, queriendo cambiar la narrativa decidió que había que denunciar e insultar al rey de la selva, y para atraerse a los animales grandes que le podrían ayudar a la causa se puso a tejer redes con melifluas palabras.

El protagonista de esta narración que se hace historia aprovechó las horas de sueño de animales como los gorilas, o los elefantes, o las hienas, ya que éstos en las horas de sueño se acercaban lo suficiente para escucharlo, es decir al nivel del suelo.

Deseando que el león ya no gobernara por violento, los animales acabaron con su trono y decidieron que el gusano sería más ecuánime, pero no contaron con que el miedo llevaría a un cambio nuevo en la historia que ahora se escribe, pues el gusano se sintió león y pretendió hacer su voluntad en contra de todo lo que es bueno.

El gusano más miedoso, porque ahora estaba en la mira de todos, decidió dividir a quienes por él derrocaron al anterior monarca, puso a los gusanos en contra de los gorilas, de las hienas y hasta de las vacas, los elefantes gritaban y pisoteaban gusanos y el gusano cada día de más miedo se llenaba.

Un día nada afortunado el gusanito miedoso decidió que su inmunidad de todo lo salvaba y decidió prender fuego a la selva y a lo que sobre el suelo se posaba, acabó con animales, árboles y aguas, todos se arrepintieron de haber escuchado sus palabras y mientras el gusano presumía de lo que comía o lo que cenaba entre el fuego se consumía haciendo nueva historia para quien quisiera escucharla.

Maigo

Evaluaciones teórico-prácticas

«Nosdive» nos espanta sobre el persistente terror de ser calificados. El capítulo de Black Mirror evidencia que la tecnología estimula una actividad humana: la valoración. Es horroroso porque es verdad. La crítica, el chisme, la intriga, la censura basan su existencia en la posibilidad de elegir entre lo mejor y lo peor. ¿Cómo saber que algo es mejor a otra cosa?, ¿cómo se establecen los parámetros para otorgar una alta o baja calificación? El primer capítulo de la tercera temporada no nos ayuda mucho para saberlo; quizá sea lo que diga la mayoría (quienes cuentan con la herramienta para establecer una sociedad al llegar a un consenso). Pero en la cotidianidad parece que el contenido ayuda a elegir si algo es bueno o malo; así como, parece, los motivos de las acciones nos ayudan a saber si alguien se acerca más al calificativo de bueno que al de malo. Por ejemplo, sabemos que un aguacate es mejor que otro porque su sabor así nos lo indica. Entendemos que una película es mejor que otra porque nos representa mejor, nos replantea, es decir, nos cuestiona. Si no entendiéramos que algo es bueno o malo, siquiera conveniente o inconveniente, no podríamos elegir.

 

Que un ciclo escolar se defina en una cifra establecida por una escala que va del 1 al 10 (aunque a pocos importe lo que hay bajo el inframundo del 5) quita el sueño a muchos estudiantes. Congela, aterra y casi causa enfermedades psicológicas el que en dos semanas, y hasta en menos de 120 minutos, se defina una calificación. Pensándolo con más calma, los conocimientos que se van a verter en un examen son los que se han adquirido a lo largo de muchos años de memorización o aprendizaje. Aunque el camino no siempre es tan llano como pretenden los programas escolares, ni siquiera en el caso de las matemáticas. Los profesores no están tan coordinados como para pasarse a los alumnos a través de una serie de escaleras ascendentes; en todo caso parecería que los llevan por una serie de caminos accidentados donde se llega a la meta sin que los estudiantes que lograron llegar sepan como lo hicieron. El ascenso académico se logra caminado sobre escaleras de Penrose. Pero más problemáticos que los problemas del profesar profesionalmente contenidos, resulta la labor de calificar. ¿Cómo se evalúa cuando cada alumno presenta capacidades distintas?, ¿Se le debe dar la misma calificación a quién se esfuerza mucho que a quien se esfuerza poco, pese a que el talento del segundo sea notablemente mayor?, ¿cómo se evalúa a los alumnos que sufrieron rupturas amorosas o padecieron fracturas entre sus familiares?, ¿el que trabaja merece ser tratado con menos rigor que el estudiante de holgada condición económica? Pero una pregunta me resulta más apremiante, ¿cómo hacer que el estudiante no sobrevalore una calificación como lo hace Lacie?

 

Separar escuela y trabajo, o, como a muchos les gusta decir, escuela y vida real, me parece una exageración. Las similitudes entre la escuela y la vida después de la escuela son más que las diferencias: se vive la más sucia competencia, se expresan relaciones amorosas y amistosas, se deben respetar los horarios y, principalmente, se califica lo realizado. En toda tu vida te van a calificar, la escuela sólo te prepara para eso; el modo en el que se obtienen las calificaciones a veces importa más que la calificación misma; entregar todo, cumplir con los horarios con preocupante exactitud, seguir las reglas y protocolos sin desviarse ni una línea no es igual a que estés haciendo las cosas bien ni que eso te lleve a ser buena persona. Parecería que nos repite ciclo a ciclo la escuela. La escuela no es la teoría y la vida post escolar la práctica. Vivimos entre teoría y práctica. Me parece que el dicho “así como te ven, te tratan (así como ves, tratas)” se puede glosar más claramente: así como somos calificados somos tratados; así como calificamos, tratamos. ¿Cuántas personas se han merecido el diez?

Yaddir

Con un bolsillo rebosante de oro

Un par de huaraches de cuero, tres tacos de cecina, veinte canicas, una muñeca Barbie mariposa, seis cancioneros Picot, un Alka Seltzer, un control de nintendo, una pelota de hule, unos lentes Eagle Eyes, veinticinco centavos, unas pantuflas Michael Jordan, un vasito de porcelana para afeitarse, un castillo de Grayskull, una navaja de afeitar japonesa marca Feather, un corte de cabello a la moda, veinte bolsitas de piedrulces, dos perros lanudos, una cerca en mi patio, un AF2 de thief, una casa, tres motonetas, cinco sartenes, un salero en forma de cochinito, cuarenta y cinco botones, todos los magicuentos, una serenata, un mustang amarillo, tres librerías, ochenta y cuatro botellas de kraken, un patito de hule, una caña de pescar de Lu Shang, seis gatos, un jabón perfumado, nueve vidas, un cartón de cajetillas de cigarros Camel, una pipa que fuma burbujas, una mac air, diez tanques de oxígeno, un beso, tres fotografías, un acta de matrimonio, una carta astral, una luna de miel, el casino trece, cuatro nombres, un esclavo, el olvido, una intervención quirúrgica para mejorar la digestión, un topo, unos zancos, bálsamo para hacer crecer la barba, La Verdad, un curso de maestría en inversiones, unos audífonos inalámbricos, tus discos favoritos, doce poemas grabados con la voz de Paco Stanley, una línea de coca, la colección de las pepsi cards, un yoyo marca Duncan, una bendición de mi abuela, el tiempo perdido, el título del hombre del año robado al Santo Papa, un investigador privado, un piropo de Maribel Guardia, un castillo de arena, ocho horas continuas de sueño, envejecer frente al televisor, un desayuno en Tiffanys, un rebozo de seda de Tepic, las mañanitas, un pastel de cumpleaños con extra chocolate, seis velitas, flores en su tumba, un nicho en el camposanto, medicinas, un labial con extracto de aloe, un triciclo apache, un tatuaje que diga μῆνις sobre el corazón, mi casa en Argos, una guajolota, dos platos de chilaquiles uno verde y uno rojo, un punto y seguido, mi negra, unos takis con coca, un jugo de naranja, un omelet con jamón de pechuga de pavo, un reloj de pulsera que muestre las fases lunares en la carátula, un poco más de imaginación, un par de años más de vida.

Todo eso y más seguramente podría comprar, dijo Calcas mientras suspiraba y dejaba volar su imaginación de nuevo.

 

Paisaje de un día maravilloso

 

Paisaje de un día maravilloso

 

Entre los poemas inéditos de Cavafis hay uno especialmente tierno, casi cursi, que no pude resistir la tentación de revisitar. ¿Podría resistir la tentación de dedicarlo? ¿Haría falta? Se intitula “Canto del corazón” y es una de sus primeras creaciones. No aparece en todas las recopilaciones de poemas. Seguro que su cursilería le hará parecer simplón al gusto de más de uno. ¿Pero no es un desencanto deshumanizante el que nos hace despreciar lo cursi?

 

Todo me sonríe en tu presencia.

Tus ojos son espejo de alegría.

Ni la mitad he dicho todavía,

luz mía, de mi corazón latencia,

de mis labios a tu vista lucencia.

Si lo quieres, no cautives, no hables

con las palabras de amor y adoración.

Basta tu cercanía, mi ocasión

para decir que te quiero, lo sabes;

la brisa en que podemos respirar.

Si acaso ves exceso, demasía,

me basta con poderte contemplar.

 

Escenas del terruño. 1. Pues sí, el presidente reconoció que mintió y que mintió por estrategia. A inicio de año, cuando su estrategia «antihuachicol» generó desabasto, el presidente aseguró que el abasto estaba garantizado. El miércoles reconoció que su afirmación de enero fue mentira. Al día siguiente, López Obrador aseguró que el abasto de medicinas está garantizado. ¡Esperemos tranquilos, camaradas! 2. Carlos Puig reflexiona sobre la situación actual del acuerdo político a partir de la frase: «Donde todos piensan lo mismo alguien está dejando de pensar». 3. ¿Qué empresas legales han crecido desde el triunfo electoral del actual presidente? ¿Cuáles han disminuido su valor? Interesante, las de Ricardo Salinas Pliego y Carlos Hank Rhon van creciendo, sí los dos grupos empresariales cobijados por «el innombrable». Pero dicen que los tetratranformadores son muy distintos.

Coletilla. “El amor es el sello de agua en el pergamino de nuestra existencia”. Hans Urs von Balthasar

Días de mayo

El calor

hace arder

la acera;

el esmog,

nuestra propia

sublimación.

Mayo 2019

Incendio Transformador

Dicen que a Nerón se le hizo fácil culpar a los cristianos por el incendio de la Ciudad Eterna, también dicen que él ocasionó el fuego porque quería hacer una ciudad más bella. La que Claudio le dejó no le satisfacía del todo, y si la quemó no es por fea, sino porque desentonaba con su lira griega.

En su locura, a Nerón no le importó el destino de los romanos pues ya tenía a los cristianos para que los buenos ciudadanos desfogaran su furia. Esta técnica de Nerón es muy usada en nuestros días, se culpa al régimen anterior y a quien se deje,  con tal de no tener un mal día.

Los tiranos como Nerón, que gustan de escuchar su lira, no escuchan a los ciudadanos porque se dedican a graznar todo el día, y a su graznido llaman canto y con el llanto de los cristianos pretenden obtener la popularidad perdida tras los fuegos transformadores con los que dejan todo hecho cenizas.

Transformaciones, como la de Nerón, no traen nada bueno con ellas, más bien son ocasión de persecuciones contra culpables que difícilmente lo eran, además en ese ánimo transformador traen consigo la perdición de quienes creen en los tiranos y en las ocurrencias que dicen desde temprano cada uno de sus gobernantes días.

Maigo.

Tiempo de mudanzas: A partir de la próxima semana Perro de Llama publicará los viernes, cada quince días, como lo ha venido haciendo desde que llegó.

Querido lector verás sus entradas en viernes en ves de los miércoles, así que por lo pronto y sin afán de molestar anuncio que me apareceré por aquí cada miércoles a partir de hoy.