Confundido

 

En la calma del ensueño

En la lucha del cansancio

mira el lago al pescador

se concentra el hombre hambriento,

que dormita, línea en mano,

va perdiendo a parpadeos

y confunde los latidos

el asiento de su orgullo,

en las puntas de sus dedos

y en su noche ya es el mismo,

con aquellos del ondeante

lago helado, velo dulce,

observador.

alrededor.

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