Punto Final

Después de tantos años, se vio al espejo, y en el reflejo vio las muchas palabras que había gastado, los miles de discursos que había profesado, las mentiras, las contradicciones, las sonrisas sin sentido y los manoteos absurdos.

Vio que su vida no había servido ni como ejemplo, ni como sacrificio en aras del bien humano, y cansado tras tantos golpes recibidos por la realidad, decidió actuar dignamente, enfrentarse a lo desconocido y poner punto final a su perorata.

Sin despidos, ni intentos por llamar la atención de aquellos que lo seguían por haber sido por él insultados, el hombre frente al espejo en silencio se bajó del púlpito sabiéndose por su propias necedades derrotado.

Maigo