Pensé que el apocalípsis había llegado a la tierra. A China para ser más específico. Por supuesto, el virus que comenzó a expandirse entre la población, encontró buena resistencia de parte de la humanidad. Pero, como podrán ver, ésta no fue suficiente. En menos de un año la mayoría de los habitantes humanos sobre la tierra habían perecido.
Pensé que el momento más loco de esta pandemia, llegó cuando los chinos pusieron a patrullar sus calles con los robots que detectaban la presencia del virus en los seres humanos, para, de esta manera, tratarlos cuanto antes.
Quién iba a pensar, que el momento culmen del fin del mundo fue cuando estos robots, comenzaron a contagiarse también. No hubo humano en la tierra que no se contagiara gracias a su extrema dependencia de la técnica. Y los pocos que quedamos, inmunes a la ciber-cepa nos regresamos a la selva a malvivir como animales.