Devolver lo robado

Cuentan los conocedores que tras el gran incendio de Roma, Nerón se apropió de un terreno enorme cerca de un palacio que tenía.

En ese lugar mandó construir un lago y jardines que serían el lugar perfecto para que una estatua enorme, con la enaltecía a su persona, adornara los terrenos cercanos a la capital de un imperio que ya tenía formado desde hace algunos años.

Tras la muerte de Nerón, Galba, Otón y Vitelio, el buen Vespaciano decidió regresar al pueblo lo robado por el emperador incendiario, y construyó un enorme edificio en el que murieron miles de cristianos.

Pero no sólo mártires pertenecientes a la nueva fe morían en el Anfiteatro Flavio, cuentan los más curiosos que entre sus paredes también murieron muchos romanos, algunos siendo presos, injustamente juzgados y otros más al negarse a aplaudir los espectáculos.

Vespaciano regresó terrenos que fueron al pueblo robados y con la devolución llegaron miles de víctimas y despojados, les quitaron la vida y su dignidad por no ser ciudadanos.

Hay vespacianos modernos que dicen regresar lo que antes se había ya quitado, pero en lugar de devolverlo construyen Coliseos muy similares al romano.

Maigo.