Al final del incendio

Por fin se apagaron las llamas, los que sobrevivieron tenían todavía lágrimas y miedo en sus miradas. Las cenizas volaban por los aires, el frío del viento se sentía en cada poro de la piel y las ideas sobre las causas del incendio empezaban a surgir en las mentes de los que quedaban ¿Por qué pasó?¿Dónde inició esto?¿Qué sigue ahora?

Entre los escombros mojados por la lluvia se encontraban algunas cosas aún útiles, parecía que la vida seguiría igual, el calor del fuego ya no estaba, pero entre los lugares donde estuvieron las llamas estaban los restos de muchos seres queridos por aquellos que escarbaban.

Las dudas seguían, los dolores no cesaban, ¿es posible una normalidad después de esto? ¿Es posible acostumbrarse a lo que queda?

El tiempo dio la respuesta, un tirano halló culpables para que las dudas de los sometidos a su voluntad cesaran, las nuevas costumbres y la nueva normalidad llevó a los leones y a ejecuciones diarias a los seguidores de un Dios unitario y amoroso que en lugar de buscar culpables ordenaba perdonar poniendo siempre la otra mejilla frente al otro.

Ojalá que la nueva normalidad de la que tanto se habla no se parezca a la normalidad que llegó con la era neroniana.

Maigo