Endemia

El mundo no se acabó, como todos quisieron hacernos creer, el día en que un chino devoró a un murciélago. Sí, es bien sabido por todos en aquella región que su sabor es inigualable y altamente deseable. Lo que acabo con el mundo, fue que de vez en cuándo a los murciégalos les da por devorar chinos, y eso causó una enfermedad que se extendió en todo el reino animal. Los seres humanos, inmunes a ésta, murieron de soledad a causa de la glotonería.