Progreso Nacional

En esta ocasión no les traigo un breve cuento, es más una queja de la vida real.

Hace mucho tiempo que no espero nada de mi país, lo veo con tristeza decaer sin que nadie haga otra cosa más que aplaudirle como espectador en el coliseo.

Es solo que el día de hoy, creo que hemos alcanzado un nuevo hito. Comprendo que la naturaleza es indomable, tengo las paces hechas con esa verdad, y no pretendo desilusionarme porque de repente brote un virus y nos coma a todos.

Sí, los caprichos de mamá naturaleza son, a veces, un pocos subidos de tono. Lo que no llego a concebir y vengo a denunciar con tanta tristeza como coraje es que estemos teniendo un rebrote de lepra. Sí, señores, nada más y nada menos que la lepra está dando lata en pleno siglo veintiuno.

Estamos viviendo en el futuro desde hace veinte años. y hace cuarenta la gente creía y miraba al año dosmil con la ilusión de que nos traería autos voladores y casas superaónicas montadas en un poste gigantesco. Y sin embargo, venimos a encontrarnos conque hay un rebrote de lepra. Al menos en Méjico, porque dudo que en otros países no sudamericanos esté sucediendo eso.

No voy a culpar al sistema de salud, tampoco a la cuarta transformación. No conozco cómo funciona la lepra, sé que también ha rebrotado el sarampión y no me extrañaría que le siguieran la tuberculosis y la polio. ¿Por qué?

Lo pregunto de verdad, ¿por qué? ¿Por qué están reviviendo estas enfermedades ya tan “superadas”? ¿Es que la gente es más sucia que antes? ¿Es que no tenemos hábitos sanitarios suficientes? ¿Será que somos ahora más pobres? No tengo idea de qué está sucediendo, sin embargo, tenemos un rebrote y contagiadero de lepra. Situación que me parece por demás vergonzosa.

Lamento que tengamos que vivir esto y ahora que hemos vuelto a padecer de estos males tan bíblicos, ya no me queda imaginación suficiente de qué es lo que sigue, ¿sacrificios humanos? ¿Pozole? Esperemos que este paso firme que tenemos para retroceder, termine por renguear antes de que nos lleve a perdernos 40 años en el desierto.