Mientras la vida dura nos dedicamos a pasar el tiempo, sin pensar en que eso a lo que llamamos vida se terminará algún día, sin aviso, sin agendas, sin tiempos comprensibles por nosotros.
Mientras la vida dura, aprendemos poco a poco a ver que los tiempos de Dios son perfectos, que sus designios son insondables y que su amor es infinito.
No entendemos lo que pasa con nosotros, no entendemos lo que somos o porqué nos salvamos, pero de alguna manera podemos ver que siempre hay amor y esperanza cuando se tiene fe, mientras la vida dura.
Maigo