Respira profundo, permite que la calma inunde tus pulmones. Mañana que eespiertes seguirás soñando, inmerso en tu mundo único y apartado de lo que hoy todavía es nuestro planeta.
Los invasores nos han traído paz, sueños lúcidos y y una tranquilidad de la que no trascenderemos jamás. Así que sueña, da gracias al cielo y reza por todos nosotros, que jamás nos volveremos a ver más que en tu imaginación ahora perpetuada.