Todos sabemos lo que el aleteo de una mariposa puede causar, ya saben, su efecto puede ser devastdor. Lamentablemente ni los teólogos ni los cientificos tuvieron la más mínima duda antes de morir, de que habían enfocado su atención en el animal equivocado.
Y es que después de que un millar de cuervos pasaran 14 horas graznando y aleteando al unisono. No era de extrañarse que el fin del mundo estuviera más que declarado.