Dicen que la reina invitó a sus súbditos a comer, ellos acudieron prestos.
Pero el banquete fue de pasto, seco, duro e indigesto.
Algunos comieron de la yerba que les ofrecieron, otros se cansaron y montaron barricadas, después de varios intentos entraron a palacio.
La gente encarceló a sus soberanos, reyes amigos del pueblo.
Dicen que les cortaron la cabeza, pero no los decapitaron, esa no es costumbre entre el pueblo sabio y bueno.
En realidad les demostraron que como reyes ya no se pertenecen a sí mismos, Luis XVI y su esposa le pertenecen de lleno a au pueblo.
Maigo