Una voz en el desierto

Sólo puede haber una voz en el desierto, porque sólo en el desierto se suplica en silencio y se atiende a un mismo clamor. El corazón suplica al tiempo que agradece, se lava y se prepara para oír la respuesta que anhela; y testifica y anuncia la grandeza que por vía del humilde ha de llegar.

Sólo puede haber una voz en el desierto, porque pocos ven desierto en la abundancia; y menos, para ser exactos uno, es quien vive la esperanza, que negada con miles de argumentos por muchos sabios es abandonada.

Sólo puede haber una voz en el desierto: es esa que habla através de Juan, del hombre y del profeta; es la voz que bautiza con el agua,es la voz que se posa con el fuego, es la voz que salva al hombre, que lo crea y que lo llama.

Maigo.