La interioridad literaria
Entre las críticas simplonas ―que se irán volviendo lugar común― sobre la nueva obra de Paul Auster, 4 3 2 1 [2017], se encuentra aquella que la afirma como una novela autobiográfica, afirmación tan difícil de sostener tanto por la irrepetibilidad de la vida como por la variación intencional del estilo usual del autor. Auster ha dedicado cuatro novelas a la autobiografía y en las cuatro predomina el estilo usual del autor. En 4 3 2 1, en cambio, el estilo es deliberadamente distinto. Auster sabe que no va a repetirse, incluso cuando haya de contar “lo mismo”. Si algún día queremos comprender el peculiar logro creativo de la nueva obra de Auster, tendremos que deshacernos del prejuicio de que se trata de una novela autobiográfica. Si algún día queremos comprender el todo creativo de 4 3 2 1, tendremos que comenzar a pensar en Auster como creador. Y una de sus cuatro novelas autobiográficas nos puede ayudar de inicio.
Informe del interior [2013] es un recorrido pesquisón de la interioridad, pero no de esa interioridad que la superficialidad mística cree haber encontrado o que el esoterismo de las cadenas de oración y meme cree alimentar, sino la interioridad única y unificable que una memoria atenta y esforzada encuentra en su reconocimiento del pasado. La interioridad como actividad de la memoria no es arqueología interior, sino expedición asombrada al momento mismo en que se inaugura ese diálogo del alma consigo misma que es la interioridad, que es lo reporteable, que es de lo que de nosotros mismos vale la pena hablar. Lo dice bien Auster contando un episodio de sus seis años: “cuando la voz interior se despierta y surge la capacidad de discurrir, cuando te dices a ti mismo que estás produciendo un pensamiento. En ese momento entra nuestra vida en una dimensión nueva, porque en ese punto adquirimos la aptitud de contarnos nuestras historias a nosotros mismos, de iniciar la ininterrumpida narración que continúa hasta el día de nuestra muerte”. La interioridad es el lugar desde el que nos contamos historias. La interioridad es la fuente de la lectura.
Importante la descripción de Auster, pues la conciencia, antes que un fenómeno moral, aparece como un fenómeno literario: aquello por lo cual contamos historias, aquello por lo cual queremos que las historias nos sean contadas. La experiencia literaria (expresión alfonsecuente) como origen de una vida dignamente humana. De ahí, el autor como creador de lo humano: de la propia historia en la autobiografía y de las posibilidades de la propia historia en una obra mucho más compleja. De ahí, el lector como cocreador de lo humano: testigo del testimonio autoral, autor de su otredad, escucha de la historia ajena narrada con la voz propia. La interioridad reporteada por Paul Auster es la que origina al autor, lo reapropia de su fundamento, lo hace fenómeno literario. Nada semejante se encuentra en esa totalidad creativa que es 4 3 2 1. ¿Para qué buscaríamos el testimonio austeriano de su origen narrativo? Buscamos nuestra propia voz en los relatos ajenos desde el día en que sabemos por los libros que nunca más estaremos solos. La interioridad nunca es solitaria.
Námaste Heptákis
Escenas del terruño. 1. Ayer se cumplieron 40 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. El pasado lunes 22, una comisión de representantes de los familiares de los desaparecidos se reunió con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En la reunión se acordó una reunión con el pleno del Consejo de la Judicatura Federal para el próximo 31 de enero. Según el abogado de los normalistas, la reunión tiene por objetivo informar de las omisiones de los jueces para librar órdenes de aprehensión contra los policías de Huitzuco, además de solicitar que la investigación se oriente contra las Fuerzas Armadas. 2. Importante el señalamiento de Carlos Puig: el 30 de diciembre de 2017 fue liberado Erick Valencia Salazar, El 85, y no nos habíamos enterado. Y peor: en un oficio fechado el 16 de diciembre se informa de la sentencia del 29 de diciembre: back to the future! 3. Qué raro: la Fepade «acuerda» con Javier Corral que sólo investigará las acusaciones contra César Duarte por desvío de recursos para las campañas electorales. ¿Por qué se necesita acordar que la Fiscalía Especial Para la Atención de Delitos Electorales investigará sólo delitos electorales? Ah, qué exitosa la caravana de Corral. 4. Enrique Quintana no quita el dedo del renglón: alguien está manipulando la percepción sobre las cifras económicas para propiciar inestabilidad. En esta ocasión el dato es la inflación de la primera quincena de enero, que en los corrillos se trata como altísima, pero en los datos es bastante baja. 5. «Honestidad valiente», le dicen, juar juar. Una corruptela más de los impolutos. El exdelegado Ricardo Monreal se hizo de un negocito familiar durante su desastrosa administración de la Delegación Cuauhtémoc. Ya dirán los groupies de Morena: ¡compló!, ¡mafia del poder!… Lo de siempre. 6. ¡De risa loca! Una señora que se presenta públicamente como filósofa dio una conferencia en la que dijo que la capacidad de razonar nos ha hecho animales violentos y que por ello propone abandonar el humanismo para adoptar el animalismo. ¡Chíngale! Ah, claro, pero denostar a la razón y a la palabra no es ir contra naturaleza, doctora Rivero Weber, sino inventar el hilo negro: lo difícil no es ser humano, sino vivir humanamente.
Coletilla. «Laberinto» de Milenio diario nos deleitó hoy con un nuevo relato de John Maxwell Coetzee.