El sentido de esperar

Hace cinco años terminaron las diarias contracciones, la preocupación del momento se ha fortalecido, el cansancio ha crecido bastante y la esperanza se ha arraigado en mi ánimo y se ha estado alimentado cada día.

Lo más demandante que he hecho en mi vida, ha dado sentido a lo que antes mi atención requería. La pregunta por lo bueno me interroga día a día, con cada pasito, con cada palabra y con cada decisión que se va tomando en nombre de aquella por quien desvelo mis ojos para cuidar su sueño.

Hace cinco años se acabaron las diarias contracciones y apenas comienzo con los diarios desvelos.

Valió la pena esperar y sigue la esperanza alimentando la paciente espera por lo que florecerá luego.

 

Maigo

 

 

Diarias contracciones VI

La frecuencia y la intensidad del dolor aumenta conforme se aproxima el alivio. ¿Será que el dolor anuncia el descanso, así como la obscuridad anuncia la llegada del amanecer?

Lo bueno es que pronto terminará esto, aunque no sé si para bien o para mal.

Maigo.

Diarias contracciones V

En el principio era Dios, y como Dios que es, ha sido y será podía nombrar lo que aun no estaba creado.

¿Por qué si yo no aspiro a ser Dios me exigen nombrar lo que siendo creado no conozco?

Tal exigencia, tal acto de soberbia, que voluntariamente atormenta a mi alma, me duele y contraria más que los movimientos involuntarios a los que se ve sometido mi  cuerpo.

Maigo.