Disparos

Su mirada estaba clavada en una sola cosa: cambiar. Hacer algo, no sólo parlotear. Hacer algo cuya resonancia fuera decisiva. Recordó sus pérdidas, le cayeron todas de un solo movimiento con todo su insoportable peso. Algo así necesitaba, golpear con la misma fuerza con la que pegan los recuerdos que duelen. Necesitaba algo con lo que verter el peso que le recorría por todo el cuerpo, que le hacía temblar las manos. Necesitaba un arma. Un arma poderosa. La fama la había construido en su cabeza. El internet te hacía famoso de golpe. La inspiración ya la tenía. Podría haber sido un solo hombre con un discurso fuerte, decisivo, grande, el que lo empujara. Podrían haber sido las normales pláticas donde el tema siempre eran los “otros”; lo molesto que era que los “otros” ya no eran “otros”, se habían convertido en los dueños, a ratos tenían el poder de la mayoría. Los “otros” ya eran ellos. Podría haber sido el simple afán por mostrarse como el instigador, el primer ladrillo, a quien deberían seguir. Podría haber sido el fruto de una pesadilla de la que no podía seguir (jamás había soñado, quizá porque ni siquiera tuviera el mínimo deseo de esforzarse para mejorar). La culpa, dicen siempre los débiles, son los otros; así lo pensaba. Pero él no se creía débil, no podía aceptar que esa idea corriera frente a sí. Él mostraría que no era débil. Podría haber sido una errónea comprensión de su situación, muchos se lo habían dicho. Sabían su rutina, sus frases favoritas y sus actividades más extrañas, que, de haberlas tomado en serio, habrían sido suficientes motivos para tenerlo vigilado y no permitirle que comprara un arma de alto calibre. Pero no se lo tomaron en serio, por eso le decían sencillamente loco, sin buscar respuesta, réplica o discusión sobre en qué consistía su locura y si lo llevaría a hacer algo perverso. Para ellos era simplemente un loco más, de esos que llenan las cantinas con cuentos de tiempos mejores, tiempos donde la gente decía que vedrían mejores tiempos. Pero él había señalado a los enemigos en una lista (algo que casi nunca decía en público era que los enemigos no sólo eran los “otros”, también eran quienes trataban como iguales a los “otros”), le había dado realidad a su locura mediante la tinta y el papel. Ya no tenía dudas, la rabia lo empujaba. Le quedaba sentirse cómodo, protegerse cuidadosamente los oídos, esperar el momento adecuado, cuando hubiera suficiente gente, y comenzar a disparar.

Yaddir

Políticamente correcto

Hay asuntos de los que nos es conveniente hablar en público. El racismo, el feminismo y el maltrato animal son temas que, si se ponen a debate, los racistas, los antifeministas y los que consideran que los animales son inferiores a los humanos, siempre serán duramente criticados. Por el contrario, sus defensores, siempre serán bien vistos. El racismo ni siquiera debería ser un asunto polémico, pues sus premisas son endebles y denigrantes. El problema surge si se considera un acto racista una queja de un extranjero hacia la higiene de una ciudad. Los defensores de la ciudad supondrán que la queja se hace porque son de tal ciudad y blandirán sus afilados tuis hacia quien expresó el comentario. La persona que evidenció la higiene de tal lugar podría decir que no los criticó por ser de determinada ciudad, sino por lo que hacen, o dejan de hacer, con la basura de sus calles. Hay asuntos de los que no conviene hablar porque no se quieren pensar.

¿Qué tan fácilmente aceptamos las críticas hacia lo que hacemos? La pregunta podría plantearse de otra manera: ¿qué tan dispuestos estamos a saber si hacemos bien o mal? Nadie pondría en duda que Donald Trump se volvió en el villano favorito del año 2016 para los mexicanos (donde se desbancó, sorprendentemente, al presidente) y para los latinoamericanos. Sus virulentas acusaciones se volvieron exageradas y, aunque dijera algo cierto, no lo podíamos aceptar. Su tono y sus intenciones alejan de la discusión pública (si es que existe algo semejante) los problemas de los que nos acusó; la indignación no debió alejarnos de los problemas, aunque qué sea importante discutir parece indicado por las azarosas redes sociales. Su golpe hirió más porque era extranjero; hay compatriotas que dañan más el país y se dijeron ofendidos; hay quienes fueron exageradamente igual de nacionalistas en el contrataque. Ni el ataque ni la defensa nos ayudan a entender los temas más complejos de nuestros regímenes.

Pero entre los temas polémicos hay uno del cual ni siquiera sabemos cómo abordar: nuestra experiencia erótica. Nos da miedo decir cualquier cosa o decimos lo que se nos venga en gana. Creemos que un coqueteo tiene como última finalidad el sexo; no distinguimos entre acoso y un coqueteo. Suponemos que el clímax de dicha experiencia es el sexo y que éste es una descarga de algo sobre alguien para conseguir un cierto tipo de felicidad. Creemos que el sexo es una competencia, donde siempre hay algún ganador; creemos que tiene una vida más plena quien se acuesta con más personas que quien lo hace con una sola. El problema de todos estos prejuicios, así como los que tienen que ver con los temas denominados políticamente incorrectos, es que si no se discuten nunca los podremos entender y hablar de ellos siempre se entenderá como un ataque. Creo que no sería políticamente incorrecto decir que no sabemos discutir y sufriremos de lo políticamente incorrecto en la medida en la que no queramos aprender a hacerlo.

Yaddir

Vaticinio del desierto

Vaticinio del desierto

 

Revisitando la “Elegía” de Abu Jafar al-Gurasici. El poema se encuentra en mal estado tanto en árabe como en griego. En árabe se conservan los versos 2, 3, 9, 10 y 11. En griego faltan los versos 3, 9, 11 y 14. Desde el árabe, lo correcto sería traducir eneasílabos. El griego, que está en prosa, tiene un ritmo asimilable al endecasílabo. El último verso ha sido una reconstrucción posterior, seguramente realizada por los eruditos otomanos para censurarlo. O al menos eso puede pensarse a partir de un comentario que, al paso, hace al-Murtada al-Husayni al-Zabidi en el capítulo VII de su comentario a al-Ghazali intitulado Ihya’ Ulum al-Din. Por la misma referencia sabemos que con la “Elegía” concluía el capítulo correspondiente al inicio del exilio de la autobiografía de al-Gurasici.

 

Y no sabré mirar entre tus ojos

el misterio que envuelve su reflejo.

Y no podré probar entre tus labios

el vino que embriaga a mis recuerdos.

Y miraré de lejos tu camino

surcando con sus lágrimas mis ojos.

Y esperaré que ya no estés conmigo

para reunir mis rastros, mis despojos.

Será como una noche clara

durmiendo a la intemperie.

Queriendo de la vida nada

y en la muerte todo empeñe.

Un amor que olvidó la fama

y un poema para siempre.

 

Escenas del terruño. 1. El lunes siguiente se cumplen 8 años del incendio de la guardería ABC, el caso más indignante de la negligencia y desidia mexicanas. 2. Para Jesús Silva-Herzog Márquez, la administración de Enrique Peña Nieto ya ni siquiera intenta presentar su propio argumento, pues su palabra abdicada es reconocimiento público de derrota. 3. Y otra vez AMLO mintió. Le mintió a Carmen Aristegui durante la larga y complaciente llamada que ella transmitió en su programa el pasado 25 de mayo. López Obrador le dijo que su prometida amnistía es consecuencia de la imposibilidad de juzgar a Peña Nieto por corrupción cuando ya sea expresidente. Animal Político revisó la declaración, cotejó la ley y comprobó que es falso. Volvió a mentir. 4. Javier Tejado advierte sobre la censura electoral. 5. Y Álvaro Enrigue nos conduce la mirada a una particularidad del sistema electoral estadounidense que, si bien dio el triunfo a Donald Trump, también es -en buena medida- el responsable de que en Estados Unidos el ámbito rural sea mucho más vivo que en México.

Coletilla. “La gran paradoja de la escritura es que para escribir bien de los demás tienes que hacerlo a través de una voz reconocible como propia”. Juan Villoro

Tiempo cumplido

Tiempo cumplido

 

Revisitando el poema “Antes que el tiempo cambie” [Πριν τους αλλάξει ο Xρόνος] (1924) de Constantino Petrou Cavafis

 

 

sintieron mucho dolor

al tener que separarse

no lo querían así

así tuvo que darse

uno por necesidad

terminó por marcharse

Nueva York o Canadá

o lejos destinarse

 

 

es bien cierto que su amor

no era el de antes

que su mutua atracción

era más bien menguante

que la poca atracción

es más bien helante

 

 

mas no podía querer

ninguno separarse

era la necesidad

y a ella apearse

 

 

o fue el Destino quizá

quien con todas sus artes

logró la separación

previendo desde antes

el fin de la atracción

antes que el tiempo cambie

 

 

el uno siempre será

el mismo que siempre fue

el hermoso muchacho

de veinticuatro años

que al tiempo fue infiel

 

 

Nota. No me gusta, lector, el término “helante” en esta versión, por lo que si tienes alguna sugerencia, será bienvenida.

Escenas del terruño. 1. Carlos Puig nos alerta: se han endurecido las prácticas antimigratorias en Estados Unidos. Tanto se ha modificado la reglamentación para que la consignación del delito sea discrecional y a criterio del agente migratorio, como se trabaja para una próxima brigada nacional de deportaciones. 2. Tal como lo previó Nir Baram en La sombra del mundo (que reseñé aquí), equipos especializados en producción de comportamientos «políticos» intervendrán en la elección federal de 2018. 3. Roberto Blancarte reflexiona sobre una desafortunada declaración de la CEM. Coincido con él. 4. El periodista Joaquín López-Dóriga dio el campanazo: ubican a Javier Duarte. El jueves por la tarde publicó una foto en que se aseguraba que el prófugo exgobernador se encontraba en Canadá. Siete horas después, el mismo Joaquín se disculpó públicamente por la falsedad de la información. El hecho quedaría en anécdota de no ser por lo inusual que resulta ver a un periodista prestigioso reconociendo públicamente su error. 5. Ayer comenzaron el rumor: el gobierno aprovechó la semana santa para cambiar la ley del derecho de réplica. Ya se sabe, se espera esparcir el rumor para alimentar el sospechosismo. Pero la publicación fue del 4 de noviembre del 2015. ¿Qué se inventarán en el siguiente feriado para incendiar al país?

Coletilla. “La melodía equivale, en música, al dibujo en pintura”. Antonio Caso

El canciller sonríe para la foto

El canciller sonríe para la foto

 

El problema nacional frente a la nueva administración de Estados Unidos se ha tecnificado. El futuro inmediato será la administración de la injusticia bajo el nombre de diplomacia. Una nueva normalización se va instaurando. Usigli sigue siendo nuestro espejo.

El presidente Donald Trump busca el incremento del número de agentes fronterizos y de investigación a fin de aumentar la deportación de los miembros del “cártel de los migrantes”. Al mismo tiempo, se registran detenciones ilegales en el territorio estadounidense y en sus juzgados se sentencia a deportación a los detenidos sin apoyo jurídico. (No hay apoyo jurídico, es decir a los detenidos no los defiende ningún abogado de oficio, porque la asignación de un abogado de oficio depende de la acusación por un delito que lo amerite, pero por lo que se está juzgando a los detenidos –el acceso al país sin amparo de la ley- no se le considera un delito que amerite abogado.) Completemos el cuadro con la decisión de deportar según el país de ingreso y no según la nacionalidad; pues deportar según la nacionalidad implicaría la validez jurídica de algún documento y por tanto la asistencia de un abogado; el país de ingreso es, evidentemente, México.

¿Cuál ha sido la respuesta nacional? El canciller, aprendiz y aspirante Luis Videgaray afirmó que México sólo recibirá mexicanos, pues no está en condiciones económicas para recibir a todos los deportados. Detrás de la decisión del canciller están motivos económicos y operativos, pero no políticos. Económicamente, la decisión se presenta en función del ahorro respecto a las acciones actuales: se recibe a los migrantes latinos y si les agrupa por nacionalidad para deportarlos a su correspondiente región de Centroamérica; esta segunda deportación, claro está, nada ayuda, pues devuelve a las manos de sus sicarios a quienes salvaron sus vidas huyendo hacia los Estados Unidos. Operativamente, la apuesta es la saturación de los centros de detención de migrantes en Estados Unidos; se apuesta por que la saturación obligue a cambiar la política antimigrante.

Ambos motivos, empero, carecen de racionalidad política. ¿Qué tipo de solución es devolver a los hondureños a las manos de la Mara o a los juerences a sus balaceras diarias? ¿Qué tipo de solución es la connivencia en el hacinamiento de connacionales para presionar el cambio de una decisión administrativa? El canciller, aprendiz y aspirante no está garantizando siquiera lo legal; no digamos ya nada de lo justo.

A nombre de la diplomacia y del respeto a las decisiones administrativas de otras naciones vamos a observar con complicidad la degradación de lo humano. ¡Que la injusticia no le agríe el rostro, señor canciller! ¿Apoco la justicia es para tanto, señor aspirante? Luis posa para la foto.

 

Námaste Heptákis

 

Escenas del terruño. 1. El pasado domingo se cumplieron 29 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. En la semana, un documento de la ONU recalcó que la investigación oficial de las irregularidades durante las pesquisas del caso no contempló a ningún funcionario de alto rango. 2. Aterradora historia de trata de personas: un burdel de Taxco que tiene dos ofertas, las grandes -con edades entre 10 y 20 años- y las chicas… ¡a partir de dos años! 3. El candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México, y primo del presidente Peña, dejó un desfalco millonario como administrador de Banobras. Las cosas buenas casi no se cuentan… 4. Y al delegado en Cuauhtémoc le han encontrado 10 contratos más para asignaciones a amigos de su hija. 5. Qué raro, ¿no? El jueves se publica una investigación de Mexicanos contra la corrupción en que se relaciona al expresidente Felipe Calderón con los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht. La tarde del jueves Animal Político dio lugar a la réplica. El viernes, sólo un diario, El Universal, presentó la nota en portada. Para el resto de diarios la nota no fue importante. Qué raro, ¿no?

Coletilla. “El juicio ha sido como jugar en un casino administrado por Kafka en alguno de los círculos del infierno de Dante”, Sergio Aguayo sobre la demanda en su contra por parte de Humberto Moreira.

Marcha infructuosa

Marcha infructuosa

 

“Se solicita tirano” es la frase que resume el veredicto mayoritario respecto a la marcha por la unidad nacional del pasado domingo. Aunque nadie lo va a decir así de llano. La mayoría opinó que la marcha fue un fracaso por el número de gente que participó, por lo infructuoso del acto o por la ausencia de propuestas. Considero que el número de participantes no es argumento válido: la de 2004 fue mucho más numerosa y aun así fue menospreciada; la toma del Paseo de la Reforma en 2006 fue realizada por un número mucho menor de personas y todavía se cacarea legítima. El número no es suficiente para evaluar un hecho político. La ausencia de propuesta, por su parte, es inevitable: nada se puede proponer en unidad cuando no hay unidad. Ni siquiera la marcha, con su convocatoria y su crítica, sirvió para que discutiéramos la unidad (y el intento hicieron en la prensa Enrique Krauze y Jesús Silva-Herzog Márquez, pero no fueron escuchados). Al contrario, regodearse con el fracaso de otra marcha de pirruris encona la separación, aprovecha la diferencia para buscar pleito y aprovecha el pleito para incrementar la diferencia. ¿O no fue eso lo que logró la crítica celosa de la exclusividad de la indignación popular? Ni a la discusión de la unidad podía apuntar la marcha, con su convocatoria y su crítica, porque nuestras diferencias carecen de razones. A pesar de todo, me parece que lo más preocupante es la comodidad con que se esparce la convicción de lo infructuoso del acto. ¿En serio nadie ve que es una excelente noticia que veinte mil personas se manifestaran en una avenida de la Ciudad de México, sin necesidad de acarreos, corporativismos partidistas y escalafones militantes? Esto no había pasado desde las marchas por los 43, hasta que las boicotearon los anarquistas. Que veinte mil personas que no suelen tomar la calle por un asunto político lo hagan es buena noticia.

Claro, la real politik me dirá que tomo las pulgas por elefantes y confundo la llovizna con el diluvio. ¿Cómo es que me emociono por una marcha así, si tras ella nada ha pasado? ¿Cómo puede emocionarme una marcha infructuosa? Respondo: yo no soy el que espera frutos inmediatos de la actividad política. ¿Quién una marcha con frutos? Está la de Mussolini y sus seguidores sobre Roma. Y a mí, discúlpenme, pero esos frutos no me gustan. El modo más sencillo de cambiar las cosas es el del uso de la fuerza, y para las cosas políticas sin duda lo es la fuerza en manos de un líder. Pero el solo hecho de cambiar no me emociona. Así como no me parece necesario que la vida política sea la expresión del líder o que nuestra situación sea tan extrema que sólo quede la fuerza. Si la vida política nacional debe medirse por sus frutos y la situación es realmente extrema que requiere fuerza y liderazgo, entonces tenemos que otear el horizonte para identificar a algún buen tirano. Si lo identificamos, y en verdad es un buen tirano, tendremos que obligarlo a ejercer la fuerza, tendremos que obligarlo a derramar sangre. Si logramos que nuestro buen tirano nos tiranice, y con ello logramos resolver todos nuestros problemas, tendremos que cuidarlo de los tiranicidas y de los problemas que pueda enfrentar su tiranía. Para todo ello, de todos modos, nos tendremos que poner de acuerdo, tendremos que buscar un tipo de unidad, tendremos que buscar una tiranía fructífera. ¿Para qué, entonces, compatriotas, vuestro tirano? Prefiero una marcha infructuosa.

Námaste Heptákis

 

Escenas del terruño. 1. ¿Es cierto que en el municipio mexiquense de La Paz se ha presentado el primer grupo de pandilla sureña en el centro del país? Los padres de familia y profesores de la escuela donde hizo su aparición así lo han denunciado. En las fotos de las pintas, al menos el lenguaje cifrado coincide con las clásicas expresiones de ese grupo. Aquí urge una investigación periodística seria. 2. También debería investigarse con cuidado cuál es el interés del misterioso grupo que ganó la mayor parte de las licitaciones de estaciones de radio, como dice Mario Maldonado, invirtiendo mucho más del valor de las mismas. 3. La investigación que sí siguió es la de las opacidades en el manejo del presupuesto de la delegación Cuauhtémoc. El delegado, un expriista llamado Ricardo Monreal que, como buen priista, siempre acusa dobles intenciones en las notas que lo exhiben, ha descalificado -otra vez- la nueva investigación. 4. El pasado jueves 16, en Chicago, hubo una marcha de migrantes mexicanos contra el presidente Donald Trump. Cuando la marcha se detuvo frente al consulado mexicano la consigna fue: «Fuera Peña». 5. Se contempla la desaparición de la Lotería Nacional, lo informa Alberto Aguirre en El Economista.

Coletilla. El pasado 1 de octubre señalé que Patrick Slim financiaba a los grupos detrás del movimiento llamado Frente Nacional por la Familia. Esta semana lo confirmó un reportaje de Luis Pablo Beauregard en El País. A partir de una entrevista con Vicente Segú Marcos, presidente de la Fundación Incluyendo México, el periodista confirmó la participación del hijo del hombre más rico de México, así como de Agustín Coppel -de Grupo Coppel-, Carlos Fernández -exdirector de Grupo Modelo- y Lorenzo Servitje -y por ahí se relaciona con el Yunque-. La organización tuvo tratos con Salvador Martínez della Roca, El Pino -exdirigente estudiantil del movimiento de 1968-, en el gobierno de Guerrero, y los tiene con el gobernador «independiente» de Nuevo León, el priista Jaime Rodríguez Calderón, la gobernadora priista de Sonora, Claudia Pavlovich, el de Quintana Roo, el priista-panista-perredista Carlos Joaquín, el de Querétaro, el panista Francisco Domínguez y el de Tamaulipas, el panista Francisco Cabeza de Vaca. La organización, que ya anunció sus intenciones para la elección federal de 2018, ocupó el cuarto lugar nacional en ingreso por donaciones en 2016 (más ingresos que Fundación Teletón, pero el periodismo militante -para no ir contra quien los financia- no lo ha investigado). Antes de Segú, y no está de más recordarlo, el presidente de la organización fue Luis Guillermo Zazueta Domínguez, quien como operador de Transforma México trianguló recursos de la Lotería Nacional a Vamos México, la fundación que promovía la candidatura presidencial de Marta Sahagún en 2004, con facilidades de la entonces secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota -a partir de mañana precandidata panista a la gubernatura del Estado de México-; Zazueta ahora es consejero de ICA, la empresa encargada del nuevo aeropuerto junto con Grupo Carso, de Carlos Slim. El hijo del mexicano más acaudalado tiene su propio proyecto político.

 

Nuestra luminosa actualidad

Nuestra luminosa actualidad

 

Quizás el rasgo más característico de la modernidad política sea la persuasión sobre la imposibilidad del saber político del ciudadano. Ya sea por el convencimiento de que los sucesos cotidianos encubren las decisiones de la élite (cuya presentación novelada ha sido realizada por Nir Baram en La sombra del mundo, que reseñé aquí), ya por la convicción de la educación necesaria para entender la política (que Iván Illich reconoció como consecuencia del principio de escasez y el Papa Francisco ha ubicado como fundamento de la cultura del descarte), ya por el imperio de la efectividad del especialista (que terminará en lo que Eduardo Nicol llamó “régimen de razón de fuerza mayor”), los modernos estamos persuadidos de la imposibilidad del saber ciudadano. Y por dicha persuasión nuestras disposiciones ante la crisis se reducen o bien al desistimiento, o bien al acatamiento de las decisiones de los “expertos”. El panorama se complica en el conflicto actual y el análisis intelectual que comienza a ponerse en boga oculta su complicación.

The Guardian, el mejor medio informativo de lo que todavía se llama Reino Unido, fue el foro en que inició la discusión: ¿cómo se puede explicar que la mayoría británica votara a favor del Brexit? El electorado inglés es medianamente culto. Los medios británicos practican aceptablemente la discusión política. No faltó información y debate sobre las consecuencias –económicas, políticas y sociales- del resultado de la elección. Los pronósticos, las encuestas y los estudios académicos apuntaban a un resultado diferente. ¿Cómo se puede explicar que la mayoría británica votara a favor del Brexit? El primer intento de respuesta fue una descarga generacional: fue culpa de la apoliticidad de los millenials, acusó la generación esbozada en Trainspotting. Nada pudo confirmar la responsabilidad millenial. El segundo intento de respuesta fue una compensación de clase: fue la clase media afectada por el desempleo. Nuevamente faltaron los elementos para la comprobación. El tercer intento de respuesta sólo intenta explicar que no hay explicación porque no se sabe analizar a la sociedad actual. El triunfo electoral de Donald Trump reanimó la discusión. Y ahora se está estableciendo un consenso: vivimos la época de la posverdad. Según explican los intelectuales, nuestra actual vida política se caracteriza por que para la mayoría no tienen valor los hechos y las elecciones se realizan en función de las emociones y los sentimientos. ¡Casi descubren la retórica!

La posverdad, empero, encubre un elemento de nuestra modernidad política que no se le oculta al planteamiento clásico de la retórica en política. Tanto Aristóteles como Hobbes sabían que las emociones y los sentimientos son fundamentales en la práctica política, pero ninguno de los dos suponía imposible el saber del ciudadano; no por nada, dicho sea de paso, para ambos fue tan importante pensar el papel de la retórica en los discursos de la historia de Tucídides (no afirmo, con esto, que ambos tienen la misma estimación del saber del ciudadano; alguien debería investigar ambas retóricas y explicarnos las diferencias). Nuestros intelectuales suponen, en cambio, la imposibilidad del saber del ciudadano y la necesidad de la Ilustración. Creo que no llevan al final su razonamiento: si realmente vivimos la época de la posverdad, el hecho es el fracaso de la Ilustración. Y fracasada la Ilustración… queda la fuerza.

La posverdad oculta el supuesto de la imposibilidad del saber del ciudadano y con ello la imposibilidad de la racionalidad política. La posverdad, como renuncia a las explicaciones, justificará el manejo profesional de las emociones en función de la efectividad, y con ello la cancelación definitiva de la vida pública. La posverdad abre el camino de la adulación solitaria impuesta por la necesidad: la luz azul de las pantallas de nuestros dispositivos será nuestro reflejo y al final seremos soles.

 

Námaste Heptákis

 

Escenas del terruño. 1. Semana de mucha información sobre el narco, el problema más grave del país. Primero, el semanario Río Doce alerta sobre los reacomodos del narcotráfico en Sinaloa. A través de un canal de YouTube se presenta un sistemático plan de exterminio de presuntos narcotraficantes rivales: se graba la tortura y días después aparece el cadáver del desaparecido. De acuerdo a los videos, se trata de la alianza del «Mayo» con los Beltrán. En segundo lugar, El Norte fue el primero en advertirlo: por amenazas del cartel del Noreste (o Zetas de la vieja escuela) el diario El Mañana de Nuevo Laredo tuvo que suspender su publicación durante dos días. En tercer lugar, Héctor de Mauleón reportó las amenazas de muerte al comisionado de Seguridad de Morelos. 2. Y semana de mucha información sobre Donald Trump. Primero, el pasado martes 31 de enero, Excélsior presentó una encuesta que destaca la cifra de desaprobación del presidente Donald Trump entre la población mexicana: 88%. Diez días antes, Reforma había presentado una encuesta que destacaba la cifra de aprobación del presidente Peña Nieto entre la población mexicana: 12%. Y así podemos jugar a ver el vaso medio lleno… En segundo lugar, me parece interesante la lectura de Roberto Blancarte sobre las implicaciones de las decisiones del presidente Trump respecto a los migrantes musulmanes y los refugiados cristianos de Medio Oriente en la religión civil de Estados Unidos. No coincido con él en que sea un retroceso a la guerra de religión, pero creo que sí es un cambio en la comprensión de esa invención rousseauniana llamada religión civil. En tercer lugar, conviene leer los análisis de Raymundo Riva Palacio y Liébano Sáenz sobre la «filtración» que fue el escándalo de la semana: la filtración es el estilo de hacer política del principal asesor de Trump. Y por último, lo dijo con claridad Mario Maldonado: el ingeniero Slim llama a la unidad mexicana, pero no anuncia aumentos en la inversión en el país, al contrario, confirma la disminución de sus inversiones al tiempo que lleva adelante sus negocios (y sus inversiones) en EU, claro, como socio de Trump. ¿Cómo explicarnos los aplausos que recibió el viernes pasado? 3. Ayer, en La Jornada, Enrique Galván Ochoa adelantó el desprecio de los progres a la marcha «Vibra México», convocada para el domingo 12 de febrero como protesta por las posiciones antimexicanas de Donald Trump. Curioso que para fundar su desprecio la compare con la marcha contra la violencia de junio de 2004, y que al recordarla omita accidentalmente lo más notable de aquella marcha: el jefe de gobierno del DF -Andrés Manuel López Obrador- no atendió a los reclamos de la población y despreció la manifestación como un asunto de «pirrurris». Ah, qué memoria tan terca la mía y qué memoria tan caprichosa la de don Enrique, ¿no?

Coletilla. Estaba entre mis planes presentarte, lector, una reseña del libro póstumo de Luis González de Alba, pero Juan Carlos Romero Puga ha hecho una reseña que da en el punto.