Biología

Su corazón latía con fuerza. Se podría decir que sus órganos sensoriales se aferraban a lo que les rodeaba: nunca había visto tan brillantes los colores, su oído no había notado tal cantidad de sonidos, su olfato se saturaba con todos los olores que había en torno suyo, su boca se inundaba con un sabor nuevo e indescriptible; y su piel vibraba, con tal intensidad que cualquiera diría que estaba temblando…el flujo de sensaciones terminó pronto para él, pues la muerte se apoderaba de su ser,  y los niños en el laboratorio aprendieron en ese momento que la vida es algo que se puede quitar sin culpa y que quizá algún día se pueda otorgar de nuevo, siempre y cuando haya más seres dispuestos al sacrificio en aras de una técnica capaz de redimir al hombre.

Maigo

La noche de los sabios

Dicen que de noche todos los gatos son pardos; dicen que nada es lo que parece y que las sombras pueden ocultar la perdición de las almas inocentes. La noche misma parece algo terrible: es fría, oscura y muy larga en invierno; y calurosa, molesta y breve en verano. La noche oculta grandes peligros, deja sin esperanza a los hombres de poca fe; pero también oculta grandes verdades, lo que no deja en paz a los sabios que gastan sus vidas en desentrañar sus secretos. La noche pertenece a los perplejos, porque ellos no le pertenecen a la noche, porque ellos son seres diurnos que no pierden la esperanza de encontrar la salvación y de llevar una vida diferente en cuanto despunta un nuevo día.

 

 Maigo.