Riqueza

Riqueza

 

Es también semejante el reino de los cielos a un tesoro escondido en el campo, que si lo haya un hombre, lo encubre de nuevo, y gozoso del hallazgo va, y vende todo cuanto tiene, y compra aquel campo.

Mt 13, 44

 

La diferencia entre riqueza y ganancia es abismal: una está contenida en el cansancio que dibuja una sonrisa en el rostro del amigo, la otra proviene de la preocupación por sonreír, aunque sea a costa del dolor ajeno.

Pero quienes estamos perdidos en el abismo confundimos con facilidad a una con la otra y vemos ganancia en el cansancio del otro y riqueza en dolor sembrado en el propio corazón, perdiendo con ello el real tesoro que se encuentra en dejar todo en pos del bien.

 

Maigo

Flores secas

Para ti que me has salvado…

Gracias.

 La alegría del evangelio se vive en el servicio a los demás, pero no todos tienen los ojos abiertos a la belleza que supone ese servicio, casi siempre porque se duermen o giran la vista atemorizados por el cansancio que supone. Quien teme al cansancio se amilana ante dificultades mayores, se puede decir que suele despreciar a las flores cuando vienen acompañadas por espinas.

Venturosamente no todos viven con temor a ser serviciales y se convierten en ángeles que como buenos mensajeros llevan las mejores noticias al corazón de los hombres. Ante los discursos de odio e individualismo, que inundan el aire, la mayor bendición que puede haber es encontrarse con alguno de esos ángeles, seres que serviciales y amorosos son capaces de romper la burbuja del egoísmo, a veces en medio del ruido que emana de los gritos; seres que invitan al tembloroso a ponerse en pie y prestar sus manos y su ser para hacer los bienes que están a su alcance. Criaturas hechas por Dios que se saben creados y que por el mundo son vistos como seres alocados.

La alegría del evangelio se vive en el servicio, en la esperanza de que éste es bueno para el hombre porque hace del hombre un ser bueno, en el encuentro con el maestro que ama y dirige al discípulo hasta que florece, en el abandono del egoísmo y los temores que encierran al hombre y lo aislan imposibilitandolo para algo tan bello como la amistad y la compañía del buen amigo.

La alegría del evengelio se realiza en el encuentro con el amigo, en el andar juntos con miras a lo bueno, y en la apertura que ayuda a ver en las rosas sus bellezas a pesar de sus espinas o de que se secan. Porque incluso una flor seca es hermosa cuando ésta ha nacido en el corazón de quien gustoso se realiza en el servicio.

Gracias te doy Maestro por no dejar que me hunda en medio de mi egoísmo.

 

Maigo.

 

Adendum: Preocupante es el resultado de las elecciones en Estados Unidos, más que por los discursos beligerantes y llenos de odio por la identidad que hay entre quien pronuncia esos discursos y los que los eligen como sensatos. Pero tampoco deja de preocupar el discurso de quien asumiendose víctima justifica burlas y ataques que en lugar de mostrar el desacuerdo con los victimarios muestra el pesar de no poder ser ellos mismos los que victimicen a los primeros.

 

 

 

 

Alegría

El milagro más grande despúes de la vida es la alegría que trae consigo el evangelio, de modo que las espinas dejan de importar cuando llega hasta el hombre el perfume de las rosas.

Maigo.

Noctívagos

Los noctívagos disfrutan de la noche, porque algo tiene de serena y de tranquila. Sin embargo; andan a tientas, entre sombras y penumbras engañosas, lo que parece ser no es y lo que es no aparece a sus sentidos.

Cual habitantes de una caverna se deslumbran ante los pequeños destellos de luz que provienen del exterior, en su caso esos destellos son las estrellas visibles cuando hay luna nueva.
Los noctívagos algo tienen de melancólicos porque viven en la oscuridad de la noche y al mismo tiempo anhelan la claridad del día. En sus almas; en nuestras almas, deseamos saber la diferencia entre el bien y el mal, pero nuestros ojos no siempre soportan la poca luz que nos da el reflejo de lo bueno y nos hundimos nuevamente en las tinieblas del bosque tenebroso del pecado.

Maigo