Epifanía.
Y ellos, después de haber sido guiados por una estrella durante nueve meses, llegaron a su destino en el punto y hora en que la Virgen acababa de ser madre.
Evangelio Armenio de la Infancia de la infancia 5, 10.
Dios quiera ablandar el corazón de los hombres, así como en algún momento quiso endurecer el de faraón, a fin de que la presencia de su hijo se muestre más allá de la hondura de un zapato colocado bajo un árbol destinado a perecer.
Maigo.
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