No estoy muy seguro de cómo comenzar esta entrada de indignación y repudio contra el mundo. Tal vez, si corro con suerte, podré jugar con sus sentimientos como esos cochinos científicos lo hicieron con los míos. Si no tengo suerte, espero no se les haga muy fantasiosa mi ilusión y sencilla ambición superhumana, tal vez la entiendan, y tal vez, también, aunque no los haya logrado decepcionar, vean el mismo problema que yo.
El show es el siguiente: encontreme baboseando en reddit como ocurre cada vez con más frecuencia, un artículo que llamó mi atención. En él se hablaba acerca de unos investigadores del MIT que habían podido fabricar una súper cámara fotográfica súper poderosa. Era capaz de fotografiar a una velocidad tremenda, de modo tal que había logrado llegar a la última frontera de la visión. Sí, amigos, lo que están pensando es correcto. Aquél artefacto fantástico había logrado fotografiar la luz. Disculpen mi emoción y si pierdo la cabeza, pero ¡No mamen, de verdad no pinches mamen! ¡Fotografía la luz! ¡La luz misma que permite la vista misma! ¡Por fin iba a poder escupirle en su tumba a Descartes por mostrarme la imposibilidad de conocer el fuego! No sé cómo emocionarme más sin que suene a burla, de verdad no lo es. El asunto es el siguiente. La luz, es tan rápida que hasta donde yo puedo entenderla, siempre la vemos en movimiento. Bueno, supongo que lo han visto ya, esa foto famosa de una bala saliendo victoriosa después de atravesar una manzana por su justo centro, es una foto fantástica y de muy alta calidad que muestra a la bala (que en nuestra experiencia cotidiana nunca vamos a ver sino solo a sentir) tal cual es. En el caso de la bala, nuestra experiencia visual de ella es solo al principio y al final. Es decir, vemos la bala cuando está en reposo mientras se encuentra descansando en su cunita de pólvora o la vemos ya hundida en el cuerpo de algún animal racional o no, o errada en una pared después de una ejecución; pero nunca a medio vuelo siendo lo que es, al menos no con el ojo desnudo.
En fin, algo fantástico de la fotografía es que logra detener el tiempo y mantiene intacto un espacio determinado. En ella el movimiento es pura sugerencia y llega a ser hasta cierto punto irreal, una fantasía Xenónica (si me permiten el término). Ahora bien, ¿listos para la pregunta chida? ¿Cómo chingados es la luz? Las balas, de algún modo logramos verlas mientras están en reposo, pero la luz simplemente se nos escapa. Imaginé por un momento, como un chamaco de kínder, a la luz, así, en abstracto, desnudita flotando en un cuarto oscuro o a medio iluminar, o en un cuarto iluminado de antemano y con ella a medio florecer. Fracasé en ambos intentos, y no es para más, los invito a hacer el experimento. Intenten imaginar la luz, ¿está encerrada, cubierta, flotando, doblada, extendida, es una línea? Yo en algún momento llegué a pensar que el rayo que se desprende de las nubes cuando habrá una tormenta, era una entidad bidimensional, luego Maigo me dijo que dejara de decir burradas y deseché la idea. Pero, en este caso, la luz podría ser cualquier cosa, incluso esférica como si estuviera hecha de éter. Salivé como ya tiene rato que no lo hacía, quería leer, ver esas putas fotos de la luz, así, en su más prístino estado, limpia de la corrupción de la experiencia sensorial y de los presupuestos cognitivos que permiten apreciar cualquier cosa. Creí por un momento que no había cosa más digna de ser llamada fotografía que la que habían tomado estos señores, logrando atrapar lo inatrapable. Cuando la viera, ¿la creería? ¿qué haría después de ver que “así es la luz”, de saber que no hay nada más ni la confundiría jamás con otra cosa en el mundo, que mi imaginación estaría para siempre sellada de esa posibilidad y quedaría terriblemente determinada? ¿Cómo entendería las poesías que hablaran sobre la luz después de esta experiencia tan real? ¿Cómo harían arte los artistas visuales con esta nueva herramienta? ¿Cómo evolucionaría el cine o los conciertos? Muchas analogías, sonetos y poemas estaban a punto de ser íntimamente violados por la ciencia y yo, estaba a un paso de ser cómplice de ello.
Lamentablemente, los dioses son mañosos y mentirosos, mucho más que los humanos que trabajan en el MIT y que aclaman tener una cámara súper poderosa que puede fotografiar a una velocidad inalcanzable por el ojo humano. El artículo que me emocionó tanto que casi me sentí prisionero en una cárcel ateniense esperando beber cicuta, incluía (por supuesto, no se podía esperar más en la era de la información) un video, guiado por un gringo cagado hablando del gran descubrimiento en un nivel de emoción por demás producido, fingido y triste. En él se habla de la foto de la bala y cómo impactó al mundo hace cincuenta años, y cómo esta fotografía de la luz vendría a superarla de un modo tal que es inimaginable. En fin, como en todos los reportajes periodísticos de nuestros tiempos, hubo mucho ruido y pocas nueces. Presentaron la cámara fotográfica y al científico este que explicaba los alcances de su artefacto. No estoy muy seguro de describir lo que vi, llegada la hora de ver lo que la cámara había capturado con todo su poder. La manera más sencilla de representárselos con palabras es la siguiente. Tomen una botella de vidrio y acuéstenla sobre una superficie plana. Luego, apaguen las luces y prendan una lámpara de mano, una linterna de esas que se empacan en las excursiones a las faldas del Iztaccíhuatl, luego dirijan la luz desde un costado, comenzando por la base muy lentamente y terminen en la boquilla. Fin del experimento. Grábenlo, luego digan que es demasiado rápido como para que el ojo lo vea y que su cámara corre a esa velocidad, luego, digan que para que podamos apreciarlo, tenemos que alentar esa velocidad, y que el proceso que duró una partícula de segundo. Usando la gran tecnología de su cámara, lograron extenderlo a veinte segundos (que es lo que dura su video), y listo. Luego hagan un reportaje al respecto, contraten a un gringo lelo y publíquenlo en reddit y rómpanme el corazón.
En verdad no estoy seguro de qué esperaba ver, pero, jamás de los jamases espere ver fracaso puro, o una excusa absurda como que no podemos verlo porque es demasiado rápido para nosotros o que sencillamente vería a la luz como la veo todos los días, “de rebote”, cosa que hasta cierto punto tiene sentido aunque la fotografía hubiera logrado su cometido, la cosa abstracta que yo esperaba ver, estaría siéndome mostrada “de rebote”. Otra fotografía de las que presentaron, en el artículo, es una manzana en un cuarto claroscuro esperando ser iluminada por la luz misma. Nuevamente se encontrarán con una decepción. En fin, no sé hasta qué punto haya sido un artículo de chiste, pero en lo personal, sí logró hacerme creer por un momento que podría conocer algo incognoscible. Como dato curioso, si no leen el artículo, les comento que hablan de que esa cámara es tan rápida que la secuencia de fotos necesaria para describir el camino de la bala a través de la manzana, implicaría ver una película con una duración de un año (si queremos ver toda la secuencia foto por foto), porque toma fotos muy pinche rápido. No dejo de pensar que de embarcarme en tan absurda empresa, habría semanas que pasaría frente a una pantalla de cine (porque la voy a ver en el cine para vivir la mejor de las experiencias) viendo una manzana común y corriente sin hacer absolutamente nada. En fin, iré llorando a inventar pretextos al MIT para justificar mis pendejadas y olvidarme de que estamos impedidos para conocer ciertas cosas de este mundo.
Aquí les dejo la liga al artículo al que hago referencia, está en inglés.
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