Si dijese que el metro de la ciudad de México es un efectivo disparador de la reflexión ontológica habría más de uno que fugaz liberaría la carcajada. Y también habría, seguramente, alguno que asintiera con pesar, que reconociese en la experiencia de ese caos cotidiano los tópicos propicios para dicha reflexión. Si, finalmente, la reflexión siempre parte de la experiencia cotidiana, habrá que reconocerle dicha posibilidad a nuestras diarias peripecias subterráneas. A modo de ejemplo puedo mencionar la siguiente situación. Imagínese el lector sentado en el asiento esquinado de esas tres plazas dispuestas a modo de escuadra que conforman las butacas de un vagón antiguo del metro. Imagínese a su lado izquierdo a una regordeta señora, infructuosamente emperifollada, rostro graso, bolsa de mandado a medio llenar. Imagínese frente a usted, de perfil, a un emaciado sujeto, caja de herramientas a los pies, pantalón ralo y cabello raído, jornalero hedor. Avizore en las rollizas manos de la señora un compuesto papelero de trece centímetros por lado la página, papel revolución, trazo fácil, blanquinegro. Observe cómo ase el señor un conjunto de brillos papeleros tamaño carta, engrapados al centro, profusamente ilustrados, fotografiadamente coloridos. Ya habrá notado, si la experiencia no lo ha engañado, que la impávida lectora a su siniestra porta orgullosa la Novela Semanal. Así mismo, no habrá podido pasar por alto que el enjuto sujeto frente a usted embelesa sus hipotiroideos ojos en el traqueteo semanal del TvyNotas. De un lado, el drama es la artera infidelidad del hombre y el sumiso sufrimiento de la mujer; mientras, en frente, el chisme es el artero sufrimiento de una mujer famosa ante la sumisa infidelidad de un hombre famoso. De un lado, producto de la imaginación prosaica de los creadores de la novela semanal, se exhibe la siempre variante posición humana en lo que al deseo respecta; en frente, producto de los pedestres azares de la farándula nacional, se ostenta la volátil fidelidad ante la debilidad de la carne. De un lado y al frente el drama es el mismo, pues la revista de chismes sólo presenta el avance semanal del caso en cuestión, mientras la historieta se limita a ofrecer la entrega correspondiente a la semana sobre el idilio mentado. De alguna manera, paradójica sin duda, o nuestras fabulaciones nacionales han tornado tan realistas que se confunden con los sucesos de la vida de los famosos o la vida de los famosos ha tornado tan fabulosa que se confunde con fantasías de caricatura. Nuestros reales calcan nuestros imaginados, y nuestros inventos parecen reales: he aquí un caso de travestismo ontológico. ¡La fábula realista de la vida subterránea!
Námaste Heptákis
Parte de guerra 2012. 4754 ejecutados al 8 de junio.
Garita. El candidato presidencial del nuevo PRI, Enrique Peña Nieto, se está rodeando de políticos muy experimentados y de amplia fama: René Arce, Rosario Robles, Manuel Espino, Vicente y Martha Fox –junto con sus muy agradables chiquillos-… Algunos creen que alianzas así son mero pragmatismo; yo creo que es para que en la foto no quepan los Moreira, Marín y semejantes, pues el sabor a PRI es la ostentación impune de los impresentables.
Coletilla. En la semana se cumplió un año más de la tragedia en la guardería ABC. Comparto un poema de Tomás Calvillo que lleva el nombre de la guardería.
Hay dolores bíblicos,
es decir, que perduran por siglos
la matanza de Herodes
es un arquetipo
la guardería de Hermosillo
y sus pequeños
entre lenguas de fuego
y el humo del plástico,
asfixiados –los angelitos,
decimos en México-,
están ya inscritos en la Biblia
sus vidas sagradas
bajo las llamas
son un inmenso vacío,
un gitanesco hoyo en la tierra,
en el desierto calcinante de Sonora
no tenemos suficientes lágrimas
para sus almas,
sus abecedarios perdidos
para esos bebés de ceniza,
para la costra de la tierra
que desprenden
la noticia pasará,
pero este dolor hundido
en las entrañas
lo puedo ver
en los ojos del águila y la serpiente
y escucharlo
en la oración del carbón.
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