Vuelos anhelantes

Hay miradas que buscan ser encontradas. Insistentes, sutiles o atrabancadas se dirigen a lo que desean. No importa si mueren en el intento, o se descubren vulnerables, sólo quieren hallarse en el horizonte. Extraviadas tratan de refugiarse, cueste lo que cueste. Con movimientos traviesos y tímidos, muestras de su imperfección, realizan un viaje casi perdido.

Existen otras miradas parecidas, con un vuelo tan nervioso que pueden confundirse con las anteriores. Siendo furtivas o feroces, persiguen incesantemente a su presa, con un apetito tan voraz que promete recompensas a sus ilusiones. Minuciosamente recorren lo que ven, gozando sobrevolar el terreno. Poco importa si terminan por devorarlo, la caza puede culminar en la región intangible del hombre.

Algunas miradas descienden agotadas y heridas. Después de un vuelo fatigoso y quizá doloroso, terminan casi moribundas. Haber encontrado una densa neblina en su camino debió dejarlas decepcionados. O haberse enfrentado a la terrible tormenta que nadie esperaba. En el momento de muerte acaban rendidas evaporándose en un ligero suspiro. Al final, otro modo de volar, otra manera de anhelar.

Bocadillo de la plaza pública. Esta semana la tierra ha temblado por la violencia e inseguridad, aunque diferentes razones y contextos. Además de los trágicos episodios en el viejo continente, el miedo y la intimidación han tomado gobierno en Acapulco. Varias escuelas han temido abrir sus instalaciones por haber recibido extorsiones. Ni siquiera el cobijo policíaco ha brindado seguridad frente a los grupos criminales. Es una historia nada rara en el país, no obstante por lo mismo destaca. Las escuelas se encuentran en las zonas marginales, aquéllas que poco a poco han venido sufriendo la indiferencia por los gobernantes. Incluso para los mismos habitantes la violencia se ha vuelto cotidiana, no se extrañan tanto de ver personas portando rifles en camionetas. El mismo Acapulco se ha venido reduciendo a la zona cercana a mar abierto, esos días dorados del siglo pasado han caducado. No bastó con aparecer los eventos a nivel nacional, tuvo que haber una movilización para hacer patente el reclamo. Por cierto, ambas tragedias, nacional e internacional, son importantes, ni una más ni una menos. En los dos casos hay asesinatos a considerar, aunque los adoradores de ambas culturas no lo adviertan.

Extravío

Y saliendo afuera lloró amargamente.

Mt 26,75

Caminó, y se dio cuenta de lo perdido que estaba una vez que volteó a ver el cielo y ya no encontró el reflejo de tu mirada.

 

Maigo

 

 

 

 

Gazmoñerismo astral

Dicen que son los astros

con relaciones primas y cardinales

los que me insuflan tristeza

…yo sé que es tu mirada.

Gazmogno

Radiografía (inexacta) de un beso

“What’s in a kiss?

Have you ever wondered just what it is?

More perhaps than just a moment of bliss.

Tell me what’s in a kiss…”

Gilbert O’Sullivan

No es el mero acto de juntar nuestros labios presionándolos ligeramente unos contra otros lo que hace ser a un beso y quizá, al contrario de lo que muchos piensan, tampoco sea este su comienzo. El beso, me parece, comienza de más arriba, ahí donde se ubican los ojos: con una mirada para ser exactos; aquella mirada que se encuentra constantemente con esos labios que uno muere por besar.

Se cruzan entonces ambas miradas haciendo patente el deseo por besarse, instante que se torna en un momento mágico donde el tiempo deja de existir y el espacio infinito que hay entre ambos rostros se va difuminando hasta volverse un horizonte deliciosamente anhelado, mismo en el que se juntan los cuerpos para estrecharse en un abrazo inconcluso mas cálido.

El abrazo concluye cuando, estando los labios a punto de yacer en esa otra boca prometida, los párpados se cierran con dulzura, el pulso se acelera desbocado y un último suspiro profundo se inhala, aliento del que irremediablemente habrá de nacer nuestro beso.

Sin embargo, no es la íntima unión de los labios o de los cuerpos lo que lo dotará de vida sino el deseo de que el momento no se acabe nunca, el anhelo de querer permanecer atrapado ahí para siempre, la nostalgia de atesorar cada instante porque no se repetirá jamás y, sobre todo, la esperanza de que aquel beso deje su huella no sólo en la carne, sino también en el alma donde vivirá eternamente.

Hiro postal

Submolinismo

“Viendo tus ojos puedo descifrar el universo.”

Belanova

 

Quise sumergirme en tu mirada y terminé ahogándome en tu ser.

Hiro postal

El Enemigo Intestino

Lejana la voz del cantor,

se queda conmigo aquel cuento

de un mágico obscuro dolor

que así como el agua en la tela

permeó entre maderos, y velas,

y cada marino en cubierta

de un buque que un día navegó.

Y luego como hado infernal,

o bien cual divina locura,

a todos los hombres dobló

haciendo de cada uno imagen

de él mismo, de nuevo, devuelto,

y al verse uno y otro de frente

mirando en sus ojos sus ojos

ni quiera una noche pasaron

de haberse tornado en despojos

de fuertes varones que fueron.

¡Temible portento del Cielo!

cargando los ojos de hielo,

haciendo la vista tan fría

que cuando se mira a sí misma

olvida que todos los otros

la miran como ella se mira.

Así dio la tarde con ellos,

y el Sol reflejado en las aguas

brillantes buscaba sin pausa;

mas todo el bajel fue engullido

por la voraz mar y los mismos

que juntos, de súbito hendidos,

hallaron su peor enemigo.

Llanto

Lluvia que empapa,

copiosa, triste y fría,

tu dulce mirar.

Hiro postal