Inversionistas

El cansancio que se obtiene pensando en un futuro descanso, es cansancio egoísta y en sí mismo encerrado. Quien ahora se fatiga pensando en el futuro lejano, puede ser que en nigún día vea llegar el descanso. Y es que tantos son los que así viven que confunden al cansado y con promesas de una mejor vida lo dejan descorazonado.

Para que el cansancio sirva hay que servir al hermano, y esto se hace sin pensar en más futuros que no pueden ser controlados porque quien invierte en cansancio en realidad vive desesperado.

Maigo.

Hombres felices

La pregunta que atormenta al hombre en todo tiempo y lugar es si lo que hace es bueno y sirve para la felicidad, si la felicidad es un camino y si hay receta para andar, conforme vive ve que no hay camino y que recetas tampoco habrá.Sigue leyendo «Hombres felices»

La cruz de mis recuerdos

Florece la cruz de mis recuerdos. El madero sembrado en el monte baña con su sombra a quienes saben que el dolor se resignifica, cuando llega a nuestras vidas por amor.

 

Floreciendo y dando frutos, quienes llevan consigo la dulce carga del servicio al prójimo no llevan fardos molestos; más bien llevan flores y buen incienso para perfumar al altar en el que el hombre se salva por su fe y por su actuar.

 

Y la cruz de mis recuerdos, con tres clavos y una corona espinada se perla con trabajos, y se baña en los rubís de quien sabe que no hay amor más grande que el de quien da la vida por los amigos.

 

Maigo

Amor al cambio

Las revoluciones no cambian al mundo, porque se limitan a cambiar a los sistemas, procuran abolir lo que siempre ha existido y cuando mucho cambian a los actores que se trepan a un viejo escenario para representar un mismo papel.

Las reformas tampoco funcionan, porque con dolor en el corazón cambian lo visible con la intensión de que se acepte mejor lo invisible, y renuncian a lo que se puede hacer bajo la luz del sol, sin importar que bajo esa luz brilla lo que se canta en la plaza pública como las buenas obras que se hacen sólo para los ojos del Creador.

Para cambiar al mundo no bastan revoluciones que regresen todo a un mismo punto inicial, o reformas que cambien las cosas desde lo que es externamente visible, para cambiar al mundo es necesario algo más difícil y profundo, hace falta la conversión que mueve al hombre hacia el amor al prójimo y por tanto al deseo de servirlo como a imagen de Dios que es.

 

Maigo.

Servir sin miedo

La facilidad con la que el miedo se propaga e inunda el corazón da cuenta de lo que hay en el alma del hombre. Quien tiene fe nunca será víctima del temor, pues no se amilana cuando se trata de reconocer al salvador, por fe se ama al prójimo y éste se ve a Dios.

 

Maigo.

Riqueza

Riqueza

 

Es también semejante el reino de los cielos a un tesoro escondido en el campo, que si lo haya un hombre, lo encubre de nuevo, y gozoso del hallazgo va, y vende todo cuanto tiene, y compra aquel campo.

Mt 13, 44

 

La diferencia entre riqueza y ganancia es abismal: una está contenida en el cansancio que dibuja una sonrisa en el rostro del amigo, la otra proviene de la preocupación por sonreír, aunque sea a costa del dolor ajeno.

Pero quienes estamos perdidos en el abismo confundimos con facilidad a una con la otra y vemos ganancia en el cansancio del otro y riqueza en dolor sembrado en el propio corazón, perdiendo con ello el real tesoro que se encuentra en dejar todo en pos del bien.

 

Maigo

Flores secas

Para ti que me has salvado…

Gracias.

 La alegría del evangelio se vive en el servicio a los demás, pero no todos tienen los ojos abiertos a la belleza que supone ese servicio, casi siempre porque se duermen o giran la vista atemorizados por el cansancio que supone. Quien teme al cansancio se amilana ante dificultades mayores, se puede decir que suele despreciar a las flores cuando vienen acompañadas por espinas.

Venturosamente no todos viven con temor a ser serviciales y se convierten en ángeles que como buenos mensajeros llevan las mejores noticias al corazón de los hombres. Ante los discursos de odio e individualismo, que inundan el aire, la mayor bendición que puede haber es encontrarse con alguno de esos ángeles, seres que serviciales y amorosos son capaces de romper la burbuja del egoísmo, a veces en medio del ruido que emana de los gritos; seres que invitan al tembloroso a ponerse en pie y prestar sus manos y su ser para hacer los bienes que están a su alcance. Criaturas hechas por Dios que se saben creados y que por el mundo son vistos como seres alocados.

La alegría del evangelio se vive en el servicio, en la esperanza de que éste es bueno para el hombre porque hace del hombre un ser bueno, en el encuentro con el maestro que ama y dirige al discípulo hasta que florece, en el abandono del egoísmo y los temores que encierran al hombre y lo aislan imposibilitandolo para algo tan bello como la amistad y la compañía del buen amigo.

La alegría del evengelio se realiza en el encuentro con el amigo, en el andar juntos con miras a lo bueno, y en la apertura que ayuda a ver en las rosas sus bellezas a pesar de sus espinas o de que se secan. Porque incluso una flor seca es hermosa cuando ésta ha nacido en el corazón de quien gustoso se realiza en el servicio.

Gracias te doy Maestro por no dejar que me hunda en medio de mi egoísmo.

 

Maigo.

 

Adendum: Preocupante es el resultado de las elecciones en Estados Unidos, más que por los discursos beligerantes y llenos de odio por la identidad que hay entre quien pronuncia esos discursos y los que los eligen como sensatos. Pero tampoco deja de preocupar el discurso de quien asumiendose víctima justifica burlas y ataques que en lugar de mostrar el desacuerdo con los victimarios muestra el pesar de no poder ser ellos mismos los que victimicen a los primeros.