Terciopelo

«Faith is the highest passion in human being.

Many in every generation may not come that far,

but none comes further«

S.K.

Tenía seis años, en la época en la que todos me decían Chuyito, cuando la vi por primera vez: pequeñísima, frágil y cubierta de negro de la cabeza a los pies. Eran las ocho de la mañana, lo recuerdo bien, porque yo quería seguir durmiendo pero la tía Jovita, que me había ido a cuidar porque mi mamá había tenido que trabajar, me obligó a ir esa mañana a ese obscuro lugar que olía a polvo y a humedad.  Recuerdo haber visto sus manos asomándose juntas, envueltas de una piel  tenebrosa, llena de grietas y arrugas, que desee nunca tener. Con las rodillas en el suelo y mirando al cielo, parecía a veces llorar y  otras veces hablar. Intenté comprender;  quise acercarme para ver por qué lloraba, qué decía o con quién demonios hablaba. Ocultándome detrás de las columnas, casi sin respirar, quedito y de puntitas para que no me fuera a cachar, me atreví  y caminé hacia ella para verla más de cerca. Pude ver sus ojos  y boca a través de los huecos del encaje de su velo, comprobé mis sospechas: lloraba y también como que platicaba. Estaría loca, pues no había nadie a su lado, aunque quizá había otra razón, porque yo, que esperaba no estar loco, también lloraba y hablaba casi siempre a solas. Lo que pasaba era que rezaba, o eso me había dicho mi tía que me había obligado a regresar a sentarme a su lado, pero yo seguía sin entender.  Otra vez me atreví, me acerqué ya no de puntitas, desesperado le pregunté si rezaba o qué hacía allí hincada, y con voz de abuelita me lo confirmó: “Rezo, platico conmigo y con Dios. Repaso las acciones del día anterior, el del anterior al anterior y, así  las de toda mi vida. Le digo gracias porque puedo moverme, estoy viva y no paso hambre. Le pido. Pido perdón por haber obrado mal, a veces sin querer y otras queriendo. Pido que me ayude a ser buena, a ser sensata y también feliz. Le pido por mi esposo difunto, por mis hijas y mis nietas. Le pido por todos los muertos y los vivos. Por los que sufren y hacen sufrir, por los que tienen fe y por los que no creen. Le pido también por ti.”…  Me atreví a pensar que era muy pedinche esa mujer antes de escuchar la parte final. Sigo sin saber si estaba loca, pero ella, con todo su llanto y arrugas, era mejor y más bella que cualquiera. Antes de eso, yo ni me acordaba  ni me preguntaba por mis actos pasados, no daba gracias, no pedía ni por papás. Pero desde aquella vez, aunque ya tenga doce años y todos me digan Jesús, aunque siga sin comprender a quién,  todas las noches digo gracias, repasó todos mis actos y pido perdón por los malos.  Tal vez también ya me volví loco, aunque a mí me gusta pensar que ahora por lo menos pienso más mis actos e intento ser poquito mejor.

 PARA APUNTARLE BIEN: Me lo habían recomendado hace un montón. Pero hace poco me regalaron un libro de Milosz:

 On prayer

You ask me how to pray to someone who is not.
All I know is that prayer constructs a velvet bridge
And walking it we are aloft, as on a springboard,
 
Above landscapes the color of ripe gold
Transformed by a magic stopping of the sun.
That bridge leads to the shore of Reversal
Where everything is just the opposite and the word ‘is’
Unveils a meaning we hardly envisioned.
Notice: I say we; there, every one, separately,
 
Feels compassion for others entangled in the flesh
And knows that if there is no other shore
We will walk that aerial bridge all the same.
 

MISERERES:   El 26 de noviembre el presidente inaugurará en Campo Marte el anunciadísimo Memorial a las víctimas (del crimen organizado, según). Costó casi 23 millones. Yo pienso como muchos otros que, más que memorial, es una ofensa para los ya más de  60 mil muertos, y muchísimos desaparecidos. “La ciencia moderna no deja atrás el saber prehistórico, ni los debates medievales: los necesita”  -dice Zaid. Miren: http://letraslibres.com/blogs/articulos-recientes/clasificaciones?page=0,1