Amistad y catástrofe

Amistad y catástrofe

 

Sin independencia ni coraje

no hay verdadera amistad.

René Girard

Probablemente puede compararse el fracaso de la política con el fracaso en las amistades; claro, de no ser porque el segundo de los fracasos es consecuencia del primero y porque la comprensión clara de uno no necesariamente nos ayuda a comprender el otro. Sí son comparables, empero, las resistencias a reconocer el fracaso y las esperanzas de que –al final- el fracaso no sea tal. De algún modo parece que nos preocupa más resistirnos al fracaso que resistir al fracaso, postergar el fin que esperar el fin, y –si acaso esperamos- esperarlo preparados a prepararnos a esperarlo. Probablemente no hay ya oportunidad del fracaso; el mayor fracaso.

El fracaso de la política tiene como consecuencia la necesidad de la violencia: violencia necesaria para los persecutores del orden, violencia necesaria para los detractores del orden, violencia necesaria como nuevo orden. El fracaso en la amistad tiene como consecuencia la necesidad de la paz: paz necesaria en el páramo íntimo de la amistad, paz necesaria en el futuro prometido de la amistad, paz necesaria como la nueva amistad. El fracaso en la amistad y de la política es su emplazamiento a imposibilidad necesaria. El fracaso en la amistad es la imposibilidad de disentir genuinamente, la continua postergación de las diferencias, la indeterminación recurrente de lo que hace aceptables nuestras vidas. El fracaso de la amistad torna imposible el consentimiento de la existencia.

Creo, sin embargo, que hay un único fracaso de la amistad en que el consentimiento de la existencia sigue siendo posible: la catástrofe. La imagen insuperable de la amistad que fracasa en catástrofe se encuentra en el Evangelio: Juan ante la Cruz. Los amigos se reconocen en el fracaso en la cima del Calvario. El fracaso político se encuentra en el éxito del imperio romano. El fracaso en la amistad se muestra en la ausencia del desconsuelo del amigo: Juan acepta no sólo que así debe ser, sino que así es porque así lo ha dicho el Amigo. No hay ahí aceptación del destino, resignación existencial o alguna de las expresiones del nihilismo; hay Revelación. Juan no existe en la libre aceptación del ser, ni se ordena desde la asunción autónoma del deber ser; Juan consiente la existencia en la Palabra. En el Gólgota Juan atestiguó que la Palabra se hizo carne. Juan consiente la existencia cuando todo lo demás es inconcebible, porque Jesús lo ha dicho. El consentimiento de la existencia que se perfila en la ausencia del desconsuelo se funda en la Palabra y se orienta a la esperanza. Juan espera más allá del proyecto porque Él lo dijo. No es la esperanza de Juan un cálculo racional de las posibilidades de éxito, no es anhelo de bienestar frente a la adversidad, mucho menos un afán supersticioso con alguna providencia; Juan atestigua la esperanza en el consentimiento de la existencia que es la muerte de Jesús. Juan lo sabe: la existencia desesperanzada es desencarnada. Por ello, ante la catástrofe y bajo la fe, Juan confirma la existencia en la caridad: mujer, aquí tienes a tu hijo; hijo, aquí tienes a tu madre. La caridad es el consentimiento de la existencia ante la catástrofe, y lo entiende el que sabe que la salvación nunca fue necesaria. No podemos salvar nuestras amistades.

Námaste Heptákis

 

Los desaparecidos. Hoy se cumplen 18 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. En la semana, el subsecretario de derechos humanos de la Segob, Roberto Campa, comentó que se realizará una evaluación psicológica a los familiares de los normalistas para establecer la reparación del daño. Ayer, Felipe de la Cruz declaró en radio que no van a aceptar el ofrecimiento de la reparación del daño, pues lo que quieren es saber qué pasó con los desaparecidos. Quizás estamos ante un problema señalado aquí desde el inicio del conflicto: ¿es posible la justicia donde no hay política? Es momento que el perdón sea innegable.

Por otra parte, ya se cumplieron dos meses de la desaparición forzada de los jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz. Sobre el caso no se presentaron avances en la investigación durante la semana.

Los desaparecidos no deben ser olvidados.

Escenas del terruño. 1. La lucidez no toma vacaciones, aquí la imprescindible opinión de Jesús Silva-Herzog Márquez en torno a la posición de Miguel Ángel Macera frente a la contingencia ecológica. 2. Alejandro Hope advierte sobre los inconvenientes de la propuesta de hacer de Guerrero un productor legal de opio. 3. Relevante la investigación presentada durante la semana en El Universal, acerca de los feminicidios en Jalisco. Aquí la primera parte y aquí la segunda. 4. El próximo lunes 28 se cumplen 5 años del asesinato de Juan Francisco Sicilia. El poeta conmovió al país y los paisanos desconfiaron del poeta. Y el infierno se nos hace cada día más grande.

Coletilla. Recordemos a Salvador Elizondo en su décimo aniversario luctuoso. Comparto el poema «Sensación».

Queda el recuerdo;

se pierde el acto;

queda tu beso,

mas no tus labios;

somos la muerte,

somos la nada,

somos un eco

de algo…

Amistad y fin de los tiempos

Amistad y fin de los tiempos

 

El fracaso de la política debería advertirnos sobre el peligro del exterminio de las amistades. La confianza en el progreso nos oculta el peligro de la amistad; así como el sentimentalismo trágico nos distrae de la inminencia del fin. La política ha fracasado, y en el progreso y la tragedia hemos encontrado los paliativos del fracaso. La política ha fracasado, y el progreso y la tragedia nos hacen creer que las amistades pueden no ser políticas. Nadie quiere ser el agorero que anuncie el fin de las amistades. Ya es suficiente con que se diga que la política fracasó. Quizá pocos puedan soportar tanto fracaso.

El fracaso torna soportable cuando se le interpreta como necesidad. De la justicia en el fragmento de Anaximandro a la terrible verdad de Zaratustra se fragua la necesidad bajo la cual el fracaso torna soportable. Dicha necesidad se erige desde la crítica al racionalismo que considera al fracaso como un reto técnico. El eterno retorno de lo mismo es la superación metafísica del destino de la técnica. Para que la técnica deje de ser proyecto, Gelassenheit. La respuesta “filosófica” al fracaso piensa la necesidad (ananké) como entrega a la Providencia, habiendo muerto Dios. ¿Cuál es la Providencia posible tras la muerte de Dios? La Providencia estoica streamlined: la razón infatuada, la naturaleza negada y la ética atada. Apatheia como amor a la vida; amor fati como probidad intelectual: la presencia del mal oculta tras la máscara del poder. La Providencia vaciada de sentido torna imposible la explicación del mal. Nietzsche postuló el eterno retorno para encubrir la refutación cristiana de la Providencia estoica. Zaratustra es inmune al mal porque se asume hijo de la fatalidad. Zaratustra es incapaz de pecar y, como en Anaximandro, su culpa está exenta de arrepentimiento. Bajo el reino de la necesidad el fracaso nunca es catastrófico.

Tras el olvido escatológico propiciado por Nietzsche ya no podemos creer en la catástrofe. El único camino para volver a la catástrofe es desmitologizar el eterno retorno, esto es: reconocer en el Apocalipsis la presencia del mal. El reconocimiento es imposible en tanto el Apocalipsis no sea revelado. La Revelación es imposible en tanto sea mitológica. La escatología sólo será posible cuando enfrentemos la idolatría. La idolatría es la respuesta incompleta a la pregunta por el mal. Y el mal quedó expuesto en la Cruz. En el Calvario se evidenció la catástrofe.

         La más peligrosa de las idolatrías de la amistad es la metafísica, aquella por la cual creemos que la amistad, por estar fundada en la naturaleza humana, está libre del peligro de exterminio. La idolatría metafísica de la amistad es éticamente indiferente y políticamente inviable, pues no puede aceptar el mal en la amistad. La amistad progresista ve al mal como proyecto superable; la amistad trágica ve al mal como decadencia; pero la idolatría metafísica de la amistad oculta al mal. El ocultamiento del mal hace imposible responder a la pregunta “¿por qué es bueno ser amigos?”, pues sin la presencia del mal será siempre incompleto el consentimiento de la existencia. Si todo lo que está fundado en la naturaleza humana estuviese libre del peligro de exterminio, la virtud siempre sería vana. La virtud deja la vanidad de cara al fracaso. La amistad sólo puede ser pleno consentimiento de la existencia cuando el fracaso de la amistad es posible. Necesitamos que la amistad no sea necesaria.

 

Námaste Heptákis

 

Los desaparecidos. Ya se han cumplido 17 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Sobre el caso hay que señalar dos cosas. 1. Los expertos de GIEI han reiterado la necesidad de localizar el ya localizado quinto autobús para posteriormente hacer los peritajes correspondientes en que se demuestre que la línea de investigación que explicaría el ataque a los normalistas de Ayotzinapa implica el tráfico de drogas. La reportera Miriam Moreno presentó los peritajes que ya se hicieron al autobús y resalta que no hay indicios del famoso compartimiento secreto que, presume el GIEI, serviría para trasladar la droga. Los expertos internacionales siguen buscando el autobús; si algún día lo encuentran seguro dirán que el compartimiento secreto no se localiza en los peritajes por ser secreto. Ajá. 2. Si para el 14 de abril no hay avances significativos en la investigación, la protesta por la desaparición forzada de los normalistas de Ayotzinapa pasará a una nueva etapa, declaró ayer en entrevista con el periodista Manuel Feregrino el abogado de los padres, Vidulfo Rosales.

Por otra parte, ya se cumplieron dos meses de la desaparición forzada de los jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz. Sobre el caso hay que destacar tres cosas. 1. El pasado jueves 17, los padres de los desaparecidos leyeron, en el noticiario de Ciro Gómez Leyva, un posicionamiento público sobre el caso. La información es nuevamente triste e indignante. Se confirma la muerte de Bernardo Benítez Arroniz. Descanse en paz. 2. Es falsa la información que han presentado algunos medios en torno a que ya son dos los identificados entre los restos hallados en el rancho El Limón, pues la única evidencia del segundo caso es una marca de sangre a partir de la que, si bien puede determinarse compatibilidad genética, es imposible confirmar un fallecimiento. Hay cuatro desaparecidos. 3. Destaca la investigación del equipo de Denise Maerker sobre el historial criminal de uno de los policías detenidos. Los desaparecidos no deben ser olvidados.

Escenas del terruño. 1. Observa Héctor de Mauleón las causas de los nuevos modos de la violencia de los cárteles del narco tras la caída de los grandes líderes y el ascenso de líderes menores. 2. Interesante reportaje de Animal Político sobre la fabricación de un caso de secuestro a fin de presumir la lucha contra la corrupción por parte del gobierno de Tlaxcala. 3. Por período vacacional, la Policía Federal implementará un operativo de seguridad en Guerrero. Hasta el 18 de marzo, día 78 del año, el número de ejecuciones en Guerrero es de 309.

Coletilla. “Quien exige del mensaje cristiano la comprensibilidad inmediata de lo banal, cierra el camino a Dios”. Joseph Ratzinger

Amistad y temporalidad

Amistad y temporalidad

 

Tan erróneo es creer que la amistad es una acción, como errado es considerar que la amistad es una pasión. Pensada como acción, la amistad es un proyecto constante. Supuesta como pasión, la amistad es una oportunidad sentimental. Proyecto y oportunidad hacen de la razonabilidad de la vida una opción, y por ende algo no necesario. La amistad como acción o pasión nunca sería algo razonable.

Que la amistad no sea algo razonable no implica, de ninguna manera, que carezca de razón. Todo proyecto, por más fantasioso que aparente ser, necesita usar a la razón. El afán proyectivo necesita considerar que siempre hay tiempo posible para producir la amistad. La amistad como proyecto nunca puede ser definitiva. El proyecto de la amistad siempre pide la indefinición en el tiempo. Por su parte, toda oportunidad, por más efímera que aparezca, necesita usar a la razón. El afán oportuno necesita considerar que siempre hay tiempo posible para consumar la amistad. La amistad como oportunidad nunca puede ser definitiva. La oportunidad de la amistad siempre pide la indefinición del tiempo. El futuro es la indeterminación del tiempo en que se consolida el proyecto; la indeterminación del tiempo en que se inscribe la oportunidad. El pasado es la indeterminación del tiempo que posibilita la oportunidad amistosa; la indeterminación del tiempo a que se adecua el proyecto. La amistad se hace desde la condición pasada hacia el proyecto futuro. La amistad se padece desde la condición pasada hacia la oportunidad futura. La única diferencia entre proyecto y oportunidad, como entre progreso y tragedia, está en el modo en cancelan la razonabilidad de la vida.

A fin de que la amistad sea algo razonable se ha de considerar que ni pasado ni futuro son importantes en relación con ella. La amistad, en tanto consentimiento de la existencia, sólo se da en presente. El pasado sólo afecta en la amistad del mismo modo que los hábitos afectan la sensibilidad. El futuro sólo altera la amistad del mismo modo en que la imaginación altera la sensibilidad. Sólo en el presente la amistad es una actividad. Sólo en el presente la amistad está abierta a la posibilidad de renovarse en sus fuentes. La renovación en las fuentes de la amistad sólo es posible de cara al fin de los tiempos. Mientras la amistad se considere a la luz de la indeterminación temporal, como proyecto u oportunidad, el consentimiento de la existencia es imposible. La amistad sólo seguirá siendo posible tras el fracaso de la política si todavía es posible el fin de los tiempos.

 

Námaste Heptákis

 

Los desaparecidos. Ya se han cumplido 17 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. En entrevista con Héctor de Mauleón, dos de los miembros del GIEI afirmaron que no quieren interrogar al ejército y que no han dicho que no hubo incendio en el basurero de Cocula; en resumen, que se les ha malinterpretado. Obviamente, se desdicen. ¿Darán difusión suficiente a su retractación o dejarán que se les siga «malinterpretando»? Aquí la retractación de su retractación porque, dicen, algunos los están “malinterpretando”.
Por otra parte, ya se cumplieron dos meses de la desaparición forzada de cinco jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz. Es importante notar tres cosas sobre el caso. 1. De los ocho policías detenidos, seis han tramitado amparos bajo el argumento de hacer sido torturados al rendir su declaración. 2. Según Jaime Rochín, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la línea de investigación que se está siguiendo sobre el caso es la del pleito entre bandas por robo de combustible; presumiblemente los cinco jóvenes fueron confundidos con una banda de traficantes de diesel y atacados por una banda rival. No hay confirmación oficial. 3. Sin embargo, el pasado 7 de marzo el fiscal de Veracruz, en entrevista para un medio local, dio por cerrado el caso dado que ya está casi concluida la investigación; no hay pruebas, no hay explicación, no se ha resuelto la situación de los detenidos, pero el fiscal ya cerró el caso.
Por último, con el cuerpo encontrado por el colectivo “Los Otros Desaparecidos de Iguala” el pasado 6 de marzo, suman 132 cuerpos localizados en fosas clandestinas en el municipio de Iguala desde noviembre de 2014. Los desaparecidos no deben ser olvidados.

La república de la censura. 1. Interesante la reflexión de Ciro Gómez Leyva en torno a la censura a Andrés Manuel López Obrador. 2. Dice la consejera del INE Pamela San Martín que no hay una campaña de censura contra Joaquín López-Dóriga, sino que simplemente se está sancionando lo ilegal, ya que si bien es perfectamente legal criticar los comerciales de los partidos políticos, es ilegal hacer «mensajes-cortinillas» que alteren la percepción del mensaje; obviamente, es el INE el que determina si una crítica es un «mensaje-cortinilla», es decir, es el INE el que aprueba las críticas. Ah, pero dice la consejera que eso no es censura. 3. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación falló, el pasado 10 de marzo, a favor de Joaquín López-Dóriga en la audiencia sobre las acusaciones del INE. La censura no fue a más, pero no por ello no es indignante.

Coletilla. “La primera felicidad está en no caer en la maldad de los pecados; pero la segunda es obtener el perdón de los pecados ocultos”. Pedro Crisólogo

Amistad y tragedia

Amistad y tragedia

 

Las grandes amistades, dicen, son las amistades fuertes, pues son las que resisten los embates del destino. La contingencia humana encuentra en la amistad regazo: consuelo y abrigo en la tempestad se piden del amigo. La amistad, concluyen, es oasis de confianza, un claro en el diario mundo cuitado, templo de cálida esperanza. Frente a la tragedia del mundo, la amistad nos permite seguir adelante. Evidentemente, hablo aquí de la comprensión de la amistad desde el sentimiento trágico de la vida, esto es, desde la más creíble de las opciones para oponernos al progreso. Porque desde el sentimiento trágico de la vida es muy claro que la amistad utilitaria de los progresistas es un abuso del hecho amistoso y un desprestigio de la condición humana: la amistad utilitaria es indignante. La dignidad humana, dice la contraparte del progreso, se muestra preclara en el torreón de la amistad en que resistimos el declive del mundo. En la tragedia, la amistad es aliento renovado.

La confianza es el fundamento de la amistad trágica, al tiempo que es también su límite y el origen de sus males. Para el hombre con sentimiento trágico de la vida es clara y evidente la falsedad del fundamento de la amistad utilitaria, así como es evidente y claro que dos son amigos hasta que expresan su humanidad en la confianza común, en esa inacordada concordia por la que algún día nos descubrimos amigos, en ese andar juntos el camino en que lo importante no es cuidarnos del otro, sino con el otro. Cuando el hombre con sentimiento trágico de la vida sitúa a la confianza como principio de la amistad está a un paso de comprender la amistad política: lo importante no es el bien personal, o el acuerdo en torno a la conveniencia de los bienes personales, sino el bien común. La amistad política es el cuidado del bien común. El bien común se pierde cuando en el seno de la amistad política nace la desconfianza. Cuando los hombres con sentimiento trágico de la vida desconfían unos de otros imposibilitan sus amistades. La desconfianza arruina la amistad; la enemistad siempre es un resentimiento; la guerra es la expresión sentimental de los resentidos.

La desconfianza pone fin a las amistades trágicas y muestra la inevitable comprensión sentimental de la amistad desde la visión trágica. Situar a la confianza como fundamento de la amistad implica, además, la imposibilidad metafísica de la amistad misma. Desde la comprensión trágica de la existencia es imposible reconocer algún fundamento natural de la amistad, así como es inevitable reconocer a la amistad como una realización fortuita y siempre frustránea. La amistad es fortuita porque la confianza es sentimental; es frustránea porque el hombre nunca puede disponer de las condiciones para su felicidad. Carece de fundamento metafísico porque es imposible el consentimiento de la existencia: para el trágico no puede ser buena la vida, cuanto más es buena la suerte. Por ello, la visión trágica no puede aceptar el cambio en la amistad. La amistad trágica es estática; cualquier cambio es una traición a la confianza. Ante la confianza traicionada no hay nada que hacer con la amistad: bajo el cielo de la tormenta sentimental de la desconfianza no hay perdón posible que germine en la tierra. La amistad trágica es consuelo temporal de nuestra existencia finita. La amistad trágica es fatal, irrenovable, irresistible por irresistente. La amistad trágica tampoco puede renovarse en las fuentes; no abre un lugar al arrepentimiento. Por ello, desde la visión trágica, las grandes amistades son las que parecen más fuertes, porque ocultan nuestra propia pequeñez. Los amigos trágicos están condenados a compartir su infelicidad. La infelicidad también nos aleja de lo que somos. La tragedia también es una forma del progreso.

 

Námaste Heptákis

 

Los desaparecidos. Ya se han cumplido 17 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. El abogado de los padres de los desaparecidos informó que en el poder legislativo les fue negada la solicitud de hablar en tribuna porque en la hoja de petición no aparecen las firmas de al menos un familiar de cada uno de los 43 desaparecidos; los trámites como escudo de injusticia.
Por otra parte, ya se cumplió un mes de la desaparición forzada de cinco jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz. El pasado 29 de febrero, el subsecretario de derechos humanos de la Segob, Roberto Campa, informó a los padres la detención de un testigo del homicidio de los cinco jóvenes. Hasta donde se sabe, la desaparición se debió a una venganza. Los jóvenes fueron levantados por la policía y posteriormente entregados a miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación en el rancho El Limón, donde fueron torturados y asesinados. Posteriormente, los cuerpos fueron calcinados y los restos triturados y enterrados en dicho lugar. Falta presentar las pruebas. Y en información derivada del caso, Milenio informó el pasado 3 de marzo que dos de los policías involucrados en la desaparición forzada de los cinco jóvenes de Tierra Blanca han sido señalados por un testigo como responsables de la desaparición y homicidio de otros dos jóvenes el pasado 12 de diciembre. Los desaparecidos no deben ser olvidados.

Escenas del terruño. 1. Según estima la asociación Unidos contra la Trata, al menos 50 mil niños son esclavos sexuales en la frontera norte de México; añádanse otros 20 mil en el resto del país. 2. No es nuevo señalar como fraudulento al Partido Verde, pero su más reciente delito es cosa que debe ser documentada. Aumentemos notas a la lista de la impunidad verde, el vivo retrato de la política joven mexicana. 3. Léase la importante reflexión de Jesús Silva-Herzog Márquez sobre el escarnio público de las infracciones cívicas. 4. La censura a la actividad periodística de Joaquín López-Dóriga sigue… tres semanas y contando. 5. A juicio de Enrique Krauze son notorios los rasgos fascistas en el discurso de Donald Trump. 6. Según datos del periódico Reforma, durante el mes de febrero se promedió un total de 15 ejecuciones al día.

Coletilla. «Dios no concede a la naturaleza un poder capaz de vencer la noble voluntad que existe en la castidad». Isaac de Nínive

Amistad y progreso

Amistad y progreso

 

La cultura del progreso usa la reflexión de Aristóteles sobre la amistad para justificar el progreso personal. La versión más difundida de la reflexión aristotélica de la amistad supone que la relación entre los tres tipos de amistad es progresiva, y que es mejor persona quien es amigo del tercer tipo de amistad que quien lo es respecto de los otros dos. Obviamente, al plantearse como un cambio progresivo se explica con facilidad que la amistad inicialmente se origine en un interés, que el interés involucre paulatinamente al gusto y que el gusto cuaje tarde o temprano en virtud. Evidentemente, el progreso amistoso que así se explica es considerado siempre verdadero por genuino, pues lo que mueve a amistarse es el interés –que no un interés por lo bueno-, y el fin es siempre bueno por considerarse virtuoso –que no virtuoso por ser bueno-. El progreso amistoso es el perfil público del progreso personal. El progreso amistoso que termina en la amistad virtuosa supone la excelencia moral del progreso personal. En su discurso, no es malo ser un interesado o hedonista, siempre y cuando el interés y el placer conduzcan tarde o temprano a la configuración de una virtud compartida, de un grupo que genere los valores de su propio ideal moral. Y no hay agrupación, por pequeña que sea, que no crea que lo que hace es de algún modo bueno. La amistad del burgués genera la moral del intelectual.

La confianza necesaria para sostener el progreso personal se presenta en la amistad como esperanza de superación y perfeccionamiento de los amigos. Se superan los problemas concomitantes a la amistad en la medida en que los progresistas se van haciendo más amigos. Se van perfeccionando mutuamente los amigos en la medida en que van colaborando en la empresa amistosa. El tiempo es el aglutinador de la amistad, el catalizador de la excelencia. La amistad virtuosa es para ellos una prueba del tiempo; el resultado es un galardón de su excelencia: se han sabido hacer de una amistad virtuosa. La amistad vale, primero, por el tiempo invertido; de ahí que quienes van dejando de ser amigos apelan primero a todo lo acontecido que a si la amistad es buena. La amistad vale, después, como capital rentable; de ahí que los amigos progresistas en problemas tengan una herramienta de chantaje. La amistad progresista vale por su contribución a la presunta virtud del individuo. La excelencia es aquí un fin temporal: se congratulan por lo que han llegado a ser, no porque sea bueno que sean. La amistad progresista tiene por fin nunca ser original; su valor está en el cambio.

Una amistad que vale porque suplanta lo que somos es una amistad incapaz de renovarse en sus fuentes. Una amistad que sólo vale por su capacidad para cambiar cierra la posibilidad de que la amistad se origine en el consentimiento de la existencia. La amistad progresista carece de fundamento metafísico (Cfr. Tomás de Aquino, Suma Teológica, II-II, q. 23, a. 3: “los actos humanos son buenos en cuanto son regulados por la debida regla y medida”) y, por tanto, es necesariamente utilitaria –aunque en su discurso se asuma como virtuosa-. La amistad progresista, incapaz de refrescarse en el consentimiento de la existencia, supera sus dificultades en la negociación, en la suplantación interesada del bien por lo útil, en la política de la amistad que cancela la amistad política. Sin alegría por el ser, la amistad progresista es el consuelo de la soledad del astuto, un fraude siempre postergado, el abuso traicionero de quien no sabe ser amigo.

 

Námaste Heptákis

 

Los desaparecidos. Ya se han cumplido 17 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. El pasado 21 de febrero el GIEI declaró que investigar el posible tráfico de drogas explicaría el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa; así se sugirió aquí, a partir de la información de Héctor de Mauleón, desde el 25 de octubre de 2014, a un mes de la desaparición. Además, el GIEI señaló como incorrecta la filtración de declaraciones a los medios (que no son filtraciones, sino la versión pública del expediente a la que todos podemos acceder), pues por ella el GIEI no puede hacer correctamente su trabajo, ya que lo exponen a «ataques y difamaciones»; obviamente, los dueños absolutos de la verdad no quieren hacer una investigación pública.
Por otra parte, ya se cumplió un mes de la desaparición forzada de cinco jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz, y no hay nuevos datos sobre el caso. Ayer, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, el padre de uno de los desaparecidos comentó que esperaron durante dos días a los funcionarios federales que habían prometido ir a presentar los avances de la investigación, y los funcionarios no llegaron. Quizá la semana siguiente algún funcionario tenga a bien darse un tiempo para informar a los desesperados familiares. Los desaparecidos no deben ser olvidados.

Escenas del terruño. 1. Hace dos semanas sugerí aquí la lectura de Jean Meyer para poner en perspectiva el encuentro del Papa Francisco y el Patriarca de todas las Rusias Cirilo. El pasado 21 de febrero Meyer reflexionó sobre el encuentro en las páginas de El Universal. 2. Ricardo Alemán advierte sobre el robo de un municipio en Yucatán. 3. El próximo miércoles 2 de marzo se cumplen diez años de los hechos por los que Diego Santoy Riveroll se encuentra en la cárcel. Interesante que sigue sin aclararse el intento de homicidio que Santoy padeció dentro del penal de Topo Chico, así como el asesinato de su abogada. El caso de Santoy fue, quizás, el primero de la costumbre actual de juzgar en los medios de comunicación y ratificar la sentencia en los juzgados. 4. Continúa la censura a Joaquín López-Dóriga y nadie se ofende. 5. Interesante artículo de Luis Linares Zapata sobre lo que él llama «rebelión de masas estadounidense». 6. En entrevista con Denise Maerker el pasado 26 de febrero, el ocurrente Vicente Fox declaró: “Cada uno de mis chascarrillos son muy bien pensados, no son ocurrencias”. Levante la mano el que se lo crea.

Coletilla. «Un país que camina sobre cementerios clandestinos podría poner atención a una idea primordial: nadie es desecho, todos somos necesarios». Jesús Silva-Herzog Márquez

Amistad y suicidio

Amistad y suicidio

 

Me dirán que mejor no lo hubiera escrito

 

Es un lugar común afirmar que la tecnología ha alterado el modo en que se realiza la amistad. Desde la omnicomprensiva teoría comunicativa, a diestras y siniestras se afirman las atrofias y las reciedumbres de las relaciones amistosas en el régimen tecnológico. Suele advertirse con espanto que la amistad está cambiando junto con el modo en que nos comunicamos, pero que los hombres todavía podrían amistarse como antaño; o bien, que el hombre es el que está cambiando por su relación con la tecnología, pero que la amistad tal cual siempre ha sido sigue siendo posible. La clave, según suele decirse, está en usar prudentemente las ofertas tecnológicas (aunque una oferta no puede usarse), o en anteponer la comunicación amistosa a los nuevos modos de comunicación. Evidentemente, si el asunto fuese de comunicación y tecnologías, la receta debería ser suficiente. Sin embargo, a mí me parecen soluciones superficiales, pues la amistad no se funda en la comunicación ni en el uso de la técnica, sino que el uso de la técnica y la comunicación se circunscriben al verdadero fundamento de la amistad. Ha sido Aristóteles quien más penetrantemente ha descrito el fundamento de la amistad. La amistad es un consentimiento de la existencia (Ética nicomaquea, 1170b11). En sus términos, el Filósofo dice que los amigos sienten conjuntamente lo bueno de la existencia, afirman su existencia en un percibir compartido de las posibilidades del bien. No es que los amigos compartan ideales o visiones del mundo, es que su actividad sensitiva (aisthesis) es conjunta; no es que los amigos aprueben lo que ven, o que lo que ven sea acorde con sus valores, es que la existencia, el vivir, se percibe como buena. Porque los amigos ven que es razonable vivir es que pueden ser amigos. La razonabilidad de la vida permite la convivencia (syzen) y la comunicación (koinonein) de las palabras y los pensamientos (logon kai dianoias). La comunicación es una parte de la amistad, no su fundamento. Solamente la razonabilidad de la vida permite afirmar la amistad. Contrario a las bestias, la amistad no se funda en el mero compartir (némesthai), sino en el comprender compartido. Para que haya amistad se requiere comprensión, es decir, que la aceptación de la propia existencia no sea sólo en cuanto a la posibilidad de vivir, sino en cuanto a la posibilidad de vivir humanamente, esto es, políticamente. Sólo hay consentimiento de la existencia cuando la política es posible. Si la política es imposible, la existencia no se puede consentir y la amistad… Es así como el suicidio torna aceptable: parece aceptable suicidarnos por amistad.

Evidentemente, el lector inteligente sabe que Aristóteles no cree que la política sea lo más alto e importante a que puede aspirar el hombre, y por tanto a dicho lector no le resulta tan aterrador el anterior argumento pro-suicida. Sin embargo, aquello que para Aristóteles es superior a la política es lo divino, y lo divino no necesita de amigos. Podemos aceptar que ya no haya política, o que ésta no importe, pero tendremos que aceptar por tanto que ya no haya amistades, o que éstas no importen. Pensar en la razonabilidad del suicidio a nombre de la amistad impide que nos engañemos con los análisis superficiales del efecto de las tecnologías de la comunicación en las amistades. Si no hay nada que tras el fracaso de la política pueda justificar a la amistad desde su fundamento mismo, lo mejor es suicidarnos por nuestros amigos.

No debemos evitar, en este punto del argumento, otra respuesta posible: la existencia es aceptable por sí misma en tanto positividad ontológica, lo cual viene a significar, palabras más palabras menos, que toda vida es valiosa, que es valiosa la vida de todo hombre aunque el hombre viva como bestia. Lo cual viene bien con el fracaso de la política y la desaprobación del suicidio. Es el único recurso que tienen quienes ven a la amistad desde el problema de la técnica y la comunicación. Para no afirmar el suicidio ni buscar algo superior a la política que afirme la amistad, degradan al hombre. El equivalente a la amistad en el hombre degradado es la participación colectiva que se esboza en la literatura utópica y que en los análisis adereza los terrores de los críticos actuales. Ven inaceptable la actual condición humana… y nada más. No tienen argumento contra el suicidio; paralogizan sobre la aséptica teórica. Asumen la soledad recalcitrantes. ¿Acaso no es eso un suicidio deshonesto?

 

Námaste Heptákis

 

Los desaparecidos. Ya se han cumplido 16 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. En torno al caso hay que señalar tres cosas. 1. De acuerdo a lo declarado por Vidulfo Rosales, el pasado 15 de febrero en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, no hubo reunión del Papa Francisco con los padres de los desaparecidos por presiones gubernamentales. 2. De acuerdo a Héctor de Mauleón, no fueron tres sino cuatro los grupos en que fueron divididos los estudiantes aquella noche del 26 de septiembre: 17 fueron llevados a una casa de seguridad en La Loma -donde fueron asesinados con tiro de gracia y enterrados en el jardín-, 13 fueron calcinados y enterrados en una fosa clandestina, unos más encontraron su fin en el basurero de Cocula -de donde probablemente los restos terminaron en el río San Juan- y otros conformaron el grupo que fue disuelto en ácido en el rancho de El Tilo. 3. En la reunión del jueves 18 de febrero con los funcionarios federales se informó que habrá un tercer peritaje en el basurero de Cocula y que durante el último mes se han realizado dos operativos para localizar el quinto autobús, sí, el mismo quinto autobús cuya localización comentamos aquí hace tres semanas.
Por otra parte, ya se cumplió un mes de la desaparición forzada de cinco jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz, y hay tres datos sobre el caso. 1. En la semana, Javier Duarte, quien algunos identifican como gobernador de Veracruz, indicó que se detuvo al autor intelectual de la desaparición, aunque los funcionarios de la Segob no se atreven a confirmarlo, pues ni siquiera hay claridad sobre las razones del caso. 2. Los restos que se presume pueden pertenecer a uno de los desaparecidos llegaron la tarde de ayer a Argentina para un segundo análisis. 3. La semana siguiente los padres de los desaparecidos de Tierra Blanca recibirán a los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa.
Por último, hace dos semanas señalé aquí un escabroso descubrimiento del colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala. El pasado sábado 13 de febrero fue ejecutada Norma Angélica Bruno, joven activista de dicho colectivo, justo en las afueras del cementerio local, a donde se dirigía para el sepelio de otro joven activista ejecutado dos días antes.
Los desaparecidos no deben ser olvidados.

Escenas del terruño. 1. El doctor José Manuel Mireles, preso político, envió una carta al Papa Francisco para pedir su intercesión por los autodefensas presos. 2. Según una encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica, el 45% de los mexicanos considera que el Papa debió reunirse con los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa. Yo estoy en ese 45%, pues creo que el caso Ayotzinapa simboliza el problema del país: corrupción educativa, narcopolítica, linchamientos mediáticos, información vedada, mentiras públicas, guerrilla ideológica, indiferencia, anhelo de venganza. Creo que se equivocó el vocero del Vaticano al afirmar que la reunión se evitó para que no se marcaran diferencias entre el grupo de las víctimas; pero nada impidió que en los eventos públicos se marcaran diferencias entre los funcionarios e influyentes y el resto de personas, nada impidió que el gobierno secuestrara para sí al Papa (no deje de leerse la crítica hipócrita que hoy presenta en El Universal Porfirio Muñoz Ledo, quien denuncia favoritismos en los eventos papales y estuvo entre los invitados espaciales de la Presidencia en la llegada al aeropuerto el viernes 12). 3. Según un reporte de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer, el 60% de los casos de cáncer infantil se diagnostica y se trata en los consultorios anexos a las farmacias; evidentemente algo es mentira en la presumida cobertura universal de salud. 4. Otra vez, y va de nuez: a nadie le preocupa la censura a Joaquín López-Dóriga. La corrección política siempre es selectiva. 5. Mañana se cumplen 10 años del inicio de transmisiones del robado canal 40. TV Azteca se hizo de un canal de televisión con un grupo armado y se llama a sí misma «señal con valor».

Coletilla (Con dedicatoria para la que cumple años por estos días). “El Hijo de Dios fue crucificado, no en el vigor de su divinidad, sino en la debilidad de su humanidad”. San Agustín de Hipona

La esperanza en el progreso

La esperanza en el progreso

La cultura del progreso pervierte la esperanza: la emplaza en un futuro posible y oculta su necesidad ante el inmediato fin de los tiempos. La esperanza en el progreso siempre deja tiempo para lo importante, pues nunca permite el imperio de lo importante. La esperanza en el progreso disocia la acción y la palabra: podemos prometernos la esperanza, podemos esperar la explicación, pero no podemos comprometernos con una explicación esperanzada. Disociadas la acción y la palabra, nada impide la irresponsabilidad; al contrario, la responsabilidad es futura en cuanto libre resolución o en cuanto fatídica aceptación. La esperanza en el progreso termina en tragedia.

Ahora que el Papa Francisco visita México podemos mirar azorados la perversión de la esperanza operada por el progreso. En las primeras impresiones caras a la mexicanidad, Francisco se gana la aceptación de la gente porque “es tan sencillo que rompe el protocolo”. Dejemos por ahora de lado la sospecha de que admirar al pontífice por romper el protocolo sólo sea una adherencia al gusto por la transgresión, y pensemos que es en verdad sospechoso que admiremos la ruptura del protocolo sin que nos admiremos de que el protocolo se haya instaurado. La “sencillez” de Francisco es presentada tras la valla protocolaria como un espectáculo venido de lejos, como un espécimen parahumano que hoy podemos mirar para después ver alguna otra cosa. Admirar la ruptura del protocolo sin admirarnos de la instauración del mismo es ocultarnos nuestra disposición al espectáculo, la disociación operada en nuestra vida entre la acción y la palabra: podemos admirar al raro individuo que se caracteriza por su “sencillez” porque sabemos que nosotros no queremos aspirar a esa característica. Desde la valla protocolaria parece anunciarse que las palabras de Francisco no encontrarán oídos, pero harán lindos adornos en los piercing de la conciencia.

La expectativa –que no esperanza- de los críticos sobre los discursos del Papa en las regiones que visitará son, una vez más, avisos de la falsificación de la esperanza. Visitará Ecatepec –el municipio más poblado y violento del país-, Chiapas –el ícono de la marginación y la desigualdad mexicana-, Morelia –el modelo de la corrupción narcopolítica- y Ciudad Juárez –la zona limítrofe del progreso, el lugar donde la vida es mercancía-. Francisco ha dicho que hablará fuerte. No traicionemos la esperanza. Todo político habla fuerte en Ecatepec, Chiapas, Morelia y Ciudad Juárez. Todos se espantan de la marginación ecatepequense, y todos se indignan por sus condiciones de vida. Todos miran preocupados a Chiapas, y cabizbajos dicen que los indígenas no deben vivir así. Todos se indignan con la colusión del narcotráfico y la política en Michoacán, y dicen que las cosas no deben ser así. Todos miran a Ciudad Juárez con esperanza… Porque la gente decente de nuestros días, y los políticos saben actuar muy bien como gente decente, se indigna ante lo indignante y manifiesta febrilmente su indignación de modos por demás creativos; la gente decente en verdad cree que el hashtag es sustituto del arrepentimiento y el like es una merced del perdón. Toda la gente decente espera que el Papa diga cosas muy duras y terribles, diga que las cosas no deben ser así, diga frases espectaculares con las que después podamos saturar el twitter… y que luego se vaya, y lo podamos culpar, porque sólo trajo palabras, porque sólo trajo buenas intenciones, porque México seguirá igual tras su visita. Y culparemos a los medios por hacer de la visita un espectáculo, y a los políticos por participar en la feria de la redención, y los críticos saldrán y nos dirán que nos lo dijeron. Pero eso pasará porque, nuevamente, hemos dejado de ver que en nuestra vida se ha disociado la acción de la palabra: confundiremos las palabras de Francisco con los decretos de los políticos; pervertiremos los símbolos papales con las poses fotogénicas de las creaturas de la publicidad. Los discursos del Papa Francisco sólo podrían abrigar la esperanza si al escucharlos superamos la escisión entre palabra y acción.

Quisiera decir que el Papa Francisco mostrará la verdad de la esperanza, pero tengo la impresión que la esperanza que de él se quiere no es para hoy, sino para pasado mañana. Hoy es fiesta; mañana, destino. Y el Papa lo sabe.

 

Námaste Heptákis

 

Los desaparecidos. Ya se han cumplido 16 meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. En torno al caso es nuevamente el ruido y la grilla lo que satura todo. En la semana se presentaron las conclusiones del Equipo Argentino de Antropología Forense, que en breve dicen: no se puede concluir científicamente que la noche del 26 de septiembre se haya producido un incendio suficiente para calcinar 43 cuerpos en el basurero de Cocula. Contrario a lo que tanto se ha dicho, la conclusión del EAAF no desmorona la investigación oficial, sino que complementa lo que después del 27 de enero de 2015 se ha investigado en torno al caso. Según lo declarado por Gildardo López Astudillo, El Gil, a los normalistas se les dividió en tres grupos: unos fueron trasladados en patrullas de Iguala, otros en patrullas de Cocula y otros partieron con rumbo a Taxco. Los primeros dos grupos fueron conducidos al basurero de Cocula. Según la declaración de Bernabé Sotelo Salinas, El Peluco, los normalistas fueron conducidos al basurero esposados y apilados en una camioneta de tres y media toneladas, los que llegaron muertos «fueron arrojados al fondo del basurero», al resto se les mató a golpes y posteriormente se les calcinó; se reunieron las cenizas en una bolsa que posteriormente se tiró en el cauce del río San Juan. Según El Gil, el tercer grupo llegó al rancho de Víctor Hugo Benítez Palacios, El Tilo (todavía prófugo), donde fueron disueltos en ácido. En el basurero de Cocula, por tanto, no se calcinó a los 43; lo cual coincide con la conclusión del EAAF. Sabemos que uno de los 43 fue desollado vivo; los restos de uno más se identificaron entre las muestras del río San Juan. O la identificación genética es falsa, o hubo incendio en Cocula y al menos ahí se calcinó a uno. Según la declaración inicial de Sidronio Casarrubias Salgado, en la camioneta que llegó a Cocula iban como mínimo 19 estudiantes, no más de 25; el resto formarían el tercer grupo. No veo el desmoronamiento de una investigación todavía en curso.
Por otra parte, ya se cumplió un mes de la desaparición forzada de cinco jóvenes en Tierra Blanca, Veracruz, hay un poco de luz sobre el caso. El seguimiento lo ha hecho Ciro Gómez Leyva.
Además, Juan Pablo Becerra Acosta aumenta los testimonios sobre los desaparecidos de Ciudad Cuauhtémoc.
Y por último, a la lista de desaparecidos hay que añadir el caso de Sinaloa.

Escenas del terruño. 1. Que, según Carlos Puig, la coordinación de seguridad para Guerrero es un anuncio vacío, sin seguimiento, sin plan y sin fin. Según mi conteo, hasta el 12 de febrero –día 43 del año- el número de ejecutados en Guerrero es de 206. 2. De acuerdo a la Consulta Infantil y Juvenil que en las elecciones pasadas realizó el INE, el 24% de los niños michoacanos -entre 6 y 9 años- no confía en la policía, y el 18.5% tampoco confía en el ejército. Entre los niños michoacanos -de 10 a 13 años-, 32.3% no confía en la policía, 28.1% no confía en el ejército y 56.3% no confía en los gobernantes; y el 3.1% de los encuestados declaró que son obligados a participar en actividades ilegales. Entre los adolescentes michoacanos -de 14 a 17 años-, el 83.5% no confía en la policía, 75.8% no confía en el ejército y el 95.1% no confía en los gobernantes; además de que la cifra de quienes son obligados a delinquir sube a 4.4%. Un dato más para la lista del drama de los niños sicarios. 3. Que, según León Krauze, las elecciones de Estados Unidos ponen en juego el idealismo y la real politik. 4. Aunque hoy todos tienen puesta a atención en la visita del Papa Francisco, la creatividad periodística de Animal Político redirige la atención de la misa en Ecatepec al Ecatepec de la Santa Muerte. Imperdible el excelente reportaje de Manu Ureste.

Coletilla. Tras la reunión del Papa Francisco con el Patriarca de todas las Rusias Cirilo I se va rumorando la posibilidad de una próxima visita papal a Rusia; el problema de la realización de esa hipotética visita va mucho más allá de la geopolítica y los caprichos de Vladimir Putin. Si quieres, estimado lector, tener un panorama del significado (y la complejidad) de una visita papal a Rusia te recomiendo leer La Gran Controversia del historiador franco-mexicano Jean Meyer.