Agridulce

Dulce parecía el fruto que comió Eva, pero trajo consigo las amarguras de la muerte.

Amargo, en cambio. fue el fruto con el que se preparó el doloroso cáliz, que el hijo del hombre apuró en 3 años y 3 horas.

Tres años para prepararlo, 3 horas para devorarlo, o más bien para ser devorado por él. Después tres días de oscuridad que terminarían con el castigo conseguido por Adán.

Ese vino amargo, trajo el más dulce de los licores, al beberlo, la vida del hombre tiene sentido, porque se adereza con el amor infatigable de quien da la vida por sus amigos.

Algunos seres que buscan engañarse, y de paso quieren engañar a otros, se comparan con el buen pastor, y pretenden trasformar el agua en vino, pero no ven que el agua que trasforman está más sucia que el lodo de los cochinos.

Transformar el agua en vino es una cosa, pero querer cambiar el lodo y enseñar a ilusos seguidores que éste se transforma en algo bueno y puro, por el simple hecho de ser tocado por aquellos que sólo saben dar discursos, dista mucho de un buen cambio.

Sólo Jesucristo salva, en tanto que es el camino de obediencia a la ley eterna.

Las vanas transformaciones no dejan de ser engaños porque pintan de púrpura las aguas puercas, no importa si éstas se hacen una, dos, tres o hasta cuatro veces, siguen causando sed y cubriendo todo de miseria.

Maigo

La cuarta transformación de Lennon

Hay quienes gustan de comparar a ciertos personajes famosos con Jhon Lennon, porque su fama era grande, como lo es la popularidad de los comparados.

Pero Lennon componía canciones muy bonitas en las que promulgaba la paz y la buena convivencia, los comparados suelen hacer discursos aburridos y cansones sobre una paz en la que no creen y que no buscan ni pretenden, pues para ellos hay cosas más importantes que los pueden mantener en pie.

Dicen que hombres así, como los comparados con Lennon, nacen cada 100 años, que construyen naciones y salvan vidas a más no poder, porque pocos son pacifistas como Gandhi, aunque cambian un poco sus métodos, pues pacíficamente insultan a sus detractores, usando para ello pacíficos derechos de réplica.

Lo bueno es que pocos son los que se sienten como Lennon, porque hay que reconocer que él se transformó en varias ocasiones, fue dibujante, cantante, actor y hasta esposo de Yoko, fue multifacético y un gran transformador de sí mismo y de su entorno.

Lennon pasó a la historia como alguien que transformó a The Quarrymen en The Beatles, transformó su nombre de Jhon Lennon a Jhon Ono Lennon, transformó la música y se transformó en amo de casa para cuidar de su hijo, muchos años después de decir que el cristianismo desaparecería algún día.

Pasaron los años, se quemaron muchos discos de The Beatles por parte de muchos fundamentalistas, pero aún así su fama siguió. Lennon murió asesinado, eso todo el mundo lo sabe.

Y hasta donde veo también todo el mundo sabe que algunos políticos quisieran ser como Lennon, transformadores y famosos, pero como no alcanzan fama mundial deben contentarse con encuestas y aduladores que les digan que sí son famosos, pero sólo como algunos pacifistas o como algunos salvadores que dieron sin temor su vida por sus amigos.

La fama de Lennon parece inalcanzable y los aduladores que buscan mantenerse en ciertos puestos deben comparar a sus adulados con Jesús de Nazaret en el calvario. ¡No los merecemos!

Maigo

Progresando hacia la nada

Sin Dios, sin razón y sin nada más que hacer, o decir, nos pasamos el tiempo y la vida siendo provechosos, productivos y útiles, algunos se la pasan siendo ejemplos de moralidad y virtud, o al menos en lo que creen.

En ser útiles nos acabamos, en ser únicos nos uniformamos y en pensar que tenemos tiempo nos perdemos, así como muchos juegan a hacer las cosas que deben cuando sólo dicen discursos de autoelogio y alabanza

<p value="<amp-fit-text layout="fixed-height" min-font-size="6" max-font-size="72" height="80">Y así llevamos años sin notar lo acabados que ya estamos, la nada hacia la que vamos y el vacío en el que navegamos para perdernos en la inmensidadY así llevamos años sin notar lo acabados que ya estamos, la nada hacia la que vamos y el vacío en el que navegamos para perdernos en la inmensidad

Maigo

Respuesta ante la emergencia

Respuesta ante la emergencia

Durante el gran incendio en Roma, Nerón tocó la cítara, y pensó en que este suceso le ayudaba a transformar la capital del mundo, sería una transformación para bien y le permitiría mostrar su grandeza ante todos: con la construcción de una colosal estatua levantándose de las cenizas de edificios y personas.

Lo que no pensó el tirano del mediterráneo, es que su colosal proyecto tenía los pies de barro y que su gobierno caería, más que por otros, por propia petición a manos de un esclavo.

Lo que no pensó es que el buen recuerdo que quería dejar para la historia se perdería por la teatralidad, que lo caracterizaba, y pasaría al recuerdo de todo el pueblo romano como un loco incapaz de responder adecuadamente ante las emergencias.

Maigo

Odios

Los odios y las críticas nos acercan tanto a lo que detestamos que acabamos convertidos en ello.

Ahí está Calígula, tanto odio profesó a Tiberio, que terminó loco y convertido en alguien como él.

Maigo

El gusano mentiroso

Había una vez un gusano temeroso viviendo en las cálidas tierras del trópico. El protagonista de esta historia temía a las aves que veía en el cielo, temía a los monos que de los árboles bajaban al suelo, temía de su sombra y su propio reflejo lo asustaba, éste le mostraba como alguien viejo, con la cabeza de algodón y el corazón debilitado por tantos berrinches hechos en la vida.

Cuando era joven se dijo estar cansado de tener miedo, quiso tener igualdad y presto trató de volar o de saltar pero nunca logró despegarse del suelo.

El gusano creyó que si no podía ser como los otros, los otros debían ser como él, pero ante todo creía que los demás le debían sumisión y respeto porque sus ideas eran grandes, aunque faltas de juicio porque todo lo veía al nivel del suelo, el gusano además de débil era miope y medio sordo, porque no escuchaba a menos que se agacharan para verlo.

El protagonista de esta historia estaba resentido por no poder salir del suelo, así que se decidió a formar un nuevo reino, con la promesa de transformar la realidad convenció a otros animales temerosos como él de que ya era hora de cambiar el orden y de dejar de gobernarse por el miedo, pero siendo gusanos aquellos que lo seguían tenían miedo de los animales grandes.

El gusano protagonista de esta historia, queriendo cambiar la narrativa decidió que había que denunciar e insultar al rey de la selva, y para atraerse a los animales grandes que le podrían ayudar a la causa se puso a tejer redes con melifluas palabras.

El protagonista de esta narración que se hace historia aprovechó las horas de sueño de animales como los gorilas, o los elefantes, o las hienas, ya que éstos en las horas de sueño se acercaban lo suficiente para escucharlo, es decir al nivel del suelo.

Deseando que el león ya no gobernara por violento, los animales acabaron con su trono y decidieron que el gusano sería más ecuánime, pero no contaron con que el miedo llevaría a un cambio nuevo en la historia que ahora se escribe, pues el gusano se sintió león y pretendió hacer su voluntad en contra de todo lo que es bueno.

El gusano más miedoso, porque ahora estaba en la mira de todos, decidió dividir a quienes por él derrocaron al anterior monarca, puso a los gusanos en contra de los gorilas, de las hienas y hasta de las vacas, los elefantes gritaban y pisoteaban gusanos y el gusano cada día de más miedo se llenaba.

Un día nada afortunado el gusanito miedoso decidió que su inmunidad de todo lo salvaba y decidió prender fuego a la selva y a lo que sobre el suelo se posaba, acabó con animales, árboles y aguas, todos se arrepintieron de haber escuchado sus palabras y mientras el gusano presumía de lo que comía o lo que cenaba entre el fuego se consumía haciendo nueva historia para quien quisiera escucharla.

Maigo

Don Paco, historiador y administrador

Poner el gobierno al servicio del pueblo es una de las máximas de la cuarta transformación. Tal cosa puede verse en los cambios emprendidos últimamente. El nuevo gobierno intenta ser más cercano y deshelar las barreras tecnocráticas. Combatir la maquinación neoliberal con la justicia sincera y cálida. Un símbolo de esta lucha puede verse en las trincheras menos imaginadas: el Fondo de Cultura Económica. Paco I. Taibo II, su director a cargo, la representa perfectamente. A diferencia del sexenio anterior, donde hubo un funcionario escasamente público y asociado al salinismo, ahora el director en turno goza de una popularidad inmensa. Tiene ovaciones y muestras de respeto en la misma aldea donde el salinismo es el mito nuevo de la Caída. Asimismo su promoción cultural es celebrada. Recuerdo un tuit donde una usuaria lo defendía aduciendo que era un luchador social y un promotor comprometido con la difusión cultural. Un historiador que escribe para el pueblo, viste como si fuera del pueblo y habla como si fuera del pueblo. Frente a eso, en cualquier comparación, sale perdiendo el banquero disfrazado de letrado.

Bajo estas expectativas, la Estrategia Nacional de Lectura enciende. No sólo por la aceptación popular que tiene la lectura, sino por la persona que la encabeza. Su trabajo en Para Leer en Libertad entusiasma por todo lo que han hecho: bibliotecas remotas abastecidas, ferias de libro puestas en las aceras, libros obsequiados por el triunfo de la izquierda. En contraste con las simulaciones en administración de cultura, la brigada toma por asalto las calles y a los ciudadanos de a pie. Ponen manos a la obra cuando otros delinean estrategias que avanzan tan lento que ni terminan por concretarse. Sus primeras medidas como director de la FCE van por el mismo rumbo: poner en marcha los librobuses, rebajar los precios de varios libros y fusionar el Fondo con el Educal y la DGP (decisión criticada por Zaid).

La Estrategia Nacional de Lectura enciende, mas no promete. Está basada en la política de grandes masas y se sostiene por un prejuicio: la lectura es buena y es deseable por todos. Si no hay muchos lectores, ha sido por las condiciones materiales e ineficiencias en la educación. Sostiene el señor Taibo que las editoriales han abusado en sus precios y eso ha vuelto inaccesibles los libros. El mexicano no es leído por el mundo capitalista y los salarios bajos. Desafortunadamente la realidad es más cruda. Hay muchos mexicanos que no tienen dinero para comprar los libros que pudiera, sin embargo hay más a los que no les interesa. Cada año aumentan los precios en cines, desde entradas hasta botanas, y el volumen de clientes no parece disminuir drásticamente. Gran parte de los visitantes en las librerías de viejo son compradores que, con facilidad o penurias, son capaces de adquirir en las grandes cadenas. Aquellos que no mantienen como prioridad la lectura, que no buscan para conseguirla, no son lectores en potencia. Venderles ejemplares más baratos atiborra su casa, no asegura lectores habituales. La motivación y curiosidad son más complejos que un ajuste entre venta y salario.

En una de las entrevistas, el señor Taibo mencionó haber negociado con 20 o 30 escritores para que accedan bajar sus precios. Afirmó que les conviene: menor precio, mayor atractivo; mayor atractivo, mayores ventas; mayores ventas, mayor ganancia. (Ecuación cultural.) Deja pensando qué sucede si un escritor no accede: ¿no sería publicado por el Fondo? ¿Qué pasa si es un autor asiduo o perteneciente a una colección? También preocupa cuál sería la relación con otras editoriales para las coediciones. En un mercado difícil, ellas tienen su derecho a velar por sus intereses. Muchas sobreviven al ser absorbidas por grandes casas editoriales. Si una de ellas no le conviene el trato, ¿el FCE aplicaría el principio de respeto entre todos los individuos (físicos o morales) y la negociación se cerraría? ¿O se la comerían doblada?

Principalmente estas preguntas causan intriga debido al temple del director. Sus muestras pasadas como bravucón deben complicar el manejo de una empresa cultural y sus relaciones de negocio. Sobre todo si sus planes de venta y distribución parecen estar basadas en la cruzada moral llamada Cuarta Transformación. Quienes no cooperen podrían ser vistos como mezquinos y anti-nacionalistas por no contribuir al progreso nacional. Hacer al FCE una empresa rentable con una oferta atractiva, junto con una reedición que la revitalice, aseguraría su continuidad y servicio a futuras generaciones. Le daría más libertad y autonomía frente al Estado. Subestimar al Fondo no es tan diferente al desinterés que tienen los tecnócratas por él.