«Al comienzo fueron vicios, hoy son costumbres”
S.
Era el primer día de calor. Calor de a de veras, calor de muerte. Ya casi nos derretíamos. Podía ver cómo, poco a poco, todos nos escurriríamos. De por si prefiero el frío, la lluvia y el viento. El sol ahora sí parecía estarnos presumiendo todo de lo que era capaz. Estará muy feliz o muy enojado. Era sorpresa cuál de las dos era. Pero no era sólo yo, la mayoría tampoco podía más. Dolores de cabeza y mal humor. Agua, huaraches, gorras, bloqueador, abanicos y ventiladores portátiles. Todo cargábamos, pero nada parecía ser suficiente. “Seguro es Dios, nos está matando lento” –me dijo mi amigo, el que cree que es como de vampiro… La semana siguiente el calor no se había ido. Seguía igual: infernal. Pero ahora casi nadie parecía padecer tantísimo calor. Poco a poco nos íbamos quejando menos. Cada vez nos acostumbrábamos más. Quizá era bueno, para estar de malas, para no sufrir tanto. Quizá sea inevitable eso de acostumbrarse, y más al calor, porque así como mucho contra él no podemos hacer. Aunque, también, luego la costumbre se confunde, o viene acompañada de conformismo e indiferencia. Así como al calor, poco a poco, nos acostumbramos a lo feo. Ya no nos asusta, nos parece extraño ni ajeno. Cada vez pesa menos estar a treinta y tantos grados de temperatura, leer de la violencia y de los tantísimos muertos que siguen habiendo. Quizá sea inevitable, quizá sea nuestro mecanismo de defensa o escape. Pero qué cosa tan triste que lo que ahora nos duela, arda o quema, luego se desaparezca. Qué triste acostumbrarse a lo feo, conformarse, vivir y hasta , como dicen, ser feliz con lo que hay. Tal vez sea cierto eso que leí el otro día que decía que los satisfechos no aman, pues se duermen en la costumbre.
PARA APUNTARLE BIEN: “Cuando los vicios nos dejan, nos envanecemos con la creencia de que los hemos dejado. Lo que nos impide muchas veces entregarnos en manos de un solo vicio es el estar prisioneros de multitud de ellos” Francois de La-Rochefoucauld
MISERERES: Rectoría sigue “tomada”. La SEP ordenó urgió –según- a los encapuchados a que se libere. Pero sigue sin pasar. Por otro lado, ahora sí ya se aprobó la reforma a Telecom, aunque hubo modificaciones al final (está bueno saber, además, que ahora en las novelas de Televisa se están anunciando esto de las reformas). Luego del escándalo de la SEDESOL en Veracruz, aún no es claro en qué estado está el llamado “Pacto por México” y las próximas reformas. Acá el artículo de Aguayo de la semana pasada sobre eso: http://www.sergioaguayo.org/html/columnas/Preocupemonos_240413.html