El mundo agotado

Mundo agotado

El mundo está agotado

su esperanza se acabó,

el agua de vida no mana

el manantial se secó.

El mundo está agotado

porque el desierto creció,

la fe quedó por un lado

sólo el llanto se quedó.

El mundo está agotado

vida nueva no hay más,

sólo muerte ha quedado

sin Cristo al hombre verás.

El mundo está agotado

por su gran falta de fe

el descanso es vedado

sólo vemos lo que ya fue.

Sin Dios el hombre muere,

poderoso se sintió.

Hoy el hombre solo perece

Su soberbia así lo dejó.

El mundo está agotado.

El hombre está cansado.

Dios está abandonado.

 Y sólo la soberbia quedó.

Maigo

Cuarentena

El texto no llegó, pues no salió de casa

todo lo desinfectó, sus manos las lavó

pero su café se enfrío esperándolo en la taza.

El texto no salió, haciendo gala de paciencia

al guardarse pensó que hacía bien

para dar lugar con su silencio a la ciencia.

El texto se guardó, para no contagiar

con desesperanzas a nadie.

Para no aumentar el miedo,

o para evitar un desaire.

Por lo que haya sido: miedo,

prudencia, amor por el otro,

o por gestos de paciencia,

el texto no apareció.

Lo cierto es, que hoy le tocaba,

pero el texto no salió

porque la cuarentena guardaba

Maigo

Sin verbos

El calor del sol sobre las yerbas,

los insectos entre las plantas.

Lluvia de estío,

en los ojos lágrimas.

El viento entre tus cabellos,

blancas hebras del tiempo.

Manos nudosas,

del trabajo sellos.

La humedad del verano,

la sequía del otoño,

el frío de los inviernos.

Una vida, una estación,

una hora, un suspiro.

Un breve sueño…

Maigo

Inocente preguntilla: ¿Por qué en un régimen en el que gobiernan los pobres, nadie puede ganar más que el mandatario principal, eso no convierte al régimen de pobreza en una oligarquía, en la que terminan gobernando los más adinerados?

Nerudianismo gazmóñico

La tristeza no está en los versos que te escribo, sino en las noches tan oscuras que llegaron tras tu partida.

Gazmogno

Un mal final

“Por las arrugas de mi voz se filtra la desolación

de saber que estos son los últimos versos que te escribo…”

Joaquín Sabina

 

He aquí la espera:

fingiendo no quererte,

voy olvidándote.

Hiro postal