Amor en Estocolmo

Dejé que miraras, que hicieras, que tocaras,

 

dejé que sintieras, que oyeras, que olfatearas,

 

dejé que bebieras, mordieras, desgarraras,

 

dejé que chuparas, lamieras, penetraras,

 

dejé que sudaras, te corrieras, me mancharas,

 

pero nunca dejé que, violándome, entraras.

Blanca Navidad

Blanca, como la gélida nieve que caía afuera, era la leche que le quemaba por dentro mientras su padre, disfrazado de Santa Claus, le daba su regalo.

Gazmogno